El esloveno fue el héroe en los penaltis ante el Inter y logra que su equipo esté en los cuartos de final de la Champions
Noche mágica e inolvidable en el Metropolitano. El Atlético de Madrid consiguió algo que parecía imposible. Dio igual el 1-0 que hubo en la ida en Milán. Dio igual que el Inter no hubiera perdido ningún partido esta temporada. Dio igual que el equipo llegara de una mala racha, con la eliminación de Copa y la derrota en Cádiz. Y dio igual el gol que marcó Dimarco en el 32’ que esfumaba casi toda esperanza.
Dio igual todo. Los de El Cholo llevaron el partido a la prórroga de forma épica, y Oblak espantó los fantasmas del pasado en la tanda de penaltis, parando dos y provocando que Lautaro fallará el suyo. El Atleti estará en el bombo del viernes venciendo al subcampeón del año pasado.
Previa
El Inter llegaba de manera inmejorable al Metropolitano. Primeros en la Serie A de forma destacada, invictos esta temporada y con los deberes hechos en la ida, ganando por la mínima en su casa. El Atlético no ha despertado buenas sensaciones en este último tramo de temporada.
Cayeron de forma estrepitosa ante el Athletic Club en copa, perdiendo en casa y siendo goleados en San Mamés, teniendo en liga unos números horribles fuera de casa y siendo derrotados en el último fin de semana ante un Cádiz que llevaba sin ganar desde Septiembre. En la ida, los atléticos no jugaron mal y solo tuvieron el error entre De Paul y Reinildo que les condenó para que Arnautović rompiera la igualdad.
Aún así, había un factor que daba esperanza, y mucha, al conjunto rojiblanco, y es el jugar en el Metropolitano. En casa, los colchoneros han ganado todos los partidos ligueros menos un empate a 3 contra el Getafe, y hasta el fútbol que realiza del equipo cambia de forma notable cuando juegan de local. La afición creía como nunca, a pesar de las dificultades: récord de asistencia con más de 70.000 localidades vendidas.
Primera parte
Todo empezó con los dos equipos muy igualados, pero no hubo esa igualdad que sucede en un partido trabado, sino que ambos conjuntos salieron con sus armas a por el gol. Una buena escapada de Lino, un doble disparo de Dumfries, un disparo envenenado de Lautaro, y un centro perfecto de Hermoso que remató Morata, fueron las ocasiones más destacables en los primeros 30 minutos.
El Atleti estaba muy activo, robando arriba y probando centros con los interiores. Sin embargo, marcó el Inter. En el 32’, una jugada rápida al primer toque que acabó con Barella regalándole el balón a Dimarco. Parecía imposible remontar ese mazazo. Aún así, algunos aficionados locales acabarían agradeciendo el gol rival. Minuto 35. Tras un rechace, Koke intentó un pase y Bastoni cometió un gravísimo error que acabó con el balón en los pies de Griezmann.
El francés no erró y celebró su vuelta de la mejor forma posible: dando la acción que esperanzaba hasta a los menos optimistas. Antes del descanso, El Principito tuvo otra ocasión que acabó con Sommer abatido, pero Pavard sacó la pierna para salvarla.
Segunda parte
Empezó la segunda parte y Llorente centró para Griezmann, pero Morata, peor posicionado, remató y se fue arriba. Lautaro aprovechó la contra de un córner rival y se la dio a Thuram, que tiró fuerte y se fue alto. Hizo cambios Simeone. Se fueron Lino y De Paul y entraron Riquelme y Correa. Posteriormente se retiraron del terreno se juego Morata y Molina, para que entraran Memphis y Barrios.
Los cambios no pudieron venirle mejor al Atlético. Nada más salir, Barrios puso un gran centro a Memphis, que se fue por poco. Riquelme demostró estar más cómodo que Lino, demostrándose en una jugada en la que se fue de Darmian y probó, sin suerte, de lejos. Memphis tenía hambre y reventó un balón que le quedó muerto, que acabó estrellándose en el travesaño. Y a la segunda fue la vencida. Tras unos pases que intentaban romper líneas, Koke vio a Depay, éste se giró y cruzó el balón a la derecha de Sommer.
Se desató la locura en el Metropolitano, en el minuto 87 el holandés había puesto el gol que empataba la eliminatoria. El Atlético estaba mejor y no quería prórroga. En el descuento, Griezmann hizo que se parara el tiempo, con un pase que dejaba solo a Riquelme. Pero Rorro falló. La mandó alta y la gente empezó a rezar para que no tuviesen que acordarse de esa ocasión en el futuro.
Prórroga y penaltis
Y llegábamos a una prórroga en la que el cansancio ya se notaba. Thuram remató de cabeza completamente solo, pero no estuvo oportuno. Riquelme logró llevar el balón hasta el área, donde encontró a Memphis, que llegó a rematar, pero se topó con el portero.
Y llegamos a los penaltis. Los colchoneros no podían evitar pensar en noches para olvido, como la final de Milán. Çalhanoglu marcó por toda la escuadra, y los rojiblancos solo esperaban que no todos tirase así de bien. Memphis dio otro golpe de autoridad, con un golazo por la misma escuadra donde la había puesto el turco. Oblak paró el disparo de Alexis, y la ilusión local no podía ser mayor. Pero parte de ella se fue de golpe cuando Saúl tiró al medio y paró Sommer. Mala temporada del ilicitano. Y el esloveno lo volvió a hacer. Paradón antológico a Klaasen que hacía pensar que hoy los penaltis sí que tendrían final feliz.
Rodrigo Riquelme anotó, reivindicándose tras su error. Acerbi marcó tirando potente y al medio. Correa lo enchufó por la escuadra izquierda, y era el turno de Lautaro. Oblak parecía enorme y el capitán ‘nerazzurri’ tenía toda la responsabilidad. Y lo mandó al cielo de Madrid, que volvía a presenciar al Atlético como uno de los ocho mejores de Europa dos años después.
El estadio se llenó de linternas de móviles encendidas, de futbolistas dándole todo el mérito a su portero, y de emoción, como la de El Cholo, que no pudo contenerse al confirmarse que su equipo ha pasado de ronda y que estarán en el bombo del viernes.
