Los de Michel parecen desinflarse justo cuando sus rivales directos cogen velocidad; el parón le vendrá muy bien
El Girona FC perdió el sábado ante el Getafe por 1-0, con justicia. Marcó su cuarta derrota consecutiva como visitante. No sólo eso: perdió el segundo lugar de LaLiga ante el Barcelona, ganador en Madrid, y se le acercó peligrosamente el Athletic Bilbao, uno de los contendientes por las plazas que clasifican a la Champions League 2024/25. Esto es problemático porque todo el gironismo toma como su objetivo de máxima clasificar a la Champions. El Girona ya no es el mismo que en la primera vuelta, aunque, gracias a sus actuaciones en Montilivi, se mantiene dando pelea.
La temporada está ingresando en un tiempo de definiciones. Ya se han jugado 29 jornadas, quedan 9, y cada uno de los equipos ya va perfilando sus aspiraciones. El Girona, tras sostenerle el tranco al Real Madrid por más tiempo que el que se esperaba, ha sucumbido a cierto desgaste, ha perdido parte de su brillo y ha dejado de lado la lucha por el título. Lucha que, por otro lado, se sabía que para el club iba a ser dificilísima. Pasó, entonces, a competir por la Champions. O, al menos, jugar competición europea. El paso lógico después de casi lograrlo la temporada pasada. La irregularidad, ahora, empieza a despertar alguna preocupación entre la afición y, también, dentro del club.
Puntos por el camino, perseguidores que se acercan
Al comienzo de febrero, Real Madrid le llevaba dos puntos al Girona y los dos peleaban mano a mano. Desde ese momento se jugaron siete jornadas. En ese lapso, el Real Madrid sumó 15 puntos, el Barcelona 18 y el Atlético sumó 11. ¿Girona? Sólo sumó siete. Así fue como, aunque el título estuviera perdido, la pelea por el segundo lugar se reavivó. El quedo del Girona y la remontada del resto posibilitaron que la parte alta de la tabla se haya comprimido y que, ahora, los azulgranas sean quienes persiguen al Madrid.
No sólo eso. En el parcial desde febrero, el Athletic sumó 14 puntos. Le descontó, de esa forma, siete al Girona, y se le puso a seis. También el Atlético se le acercó: está a siete. Basta con que los dos pasen al Girona para que éste se quede fuera de la Champions. En ese sentido, nueve jornadas son demasiadas. Una mala serie de resultados y todo puede desvanecerse. Menos mal que a los de Míchel les quedan los partidos ante Atlético y Barcelona, de visitante y local, respectivamente.
Todavía está vivo
A no engañarse. No vaya a creer el lector que el Girona está ya fuera de todo y desahuciado. Todavía está tercero, con buen margen de puntuación respecto a sus perseguidores. La campaña es excepcional, desde todo punto de vista. Siempre es esperable un bajón en algún momento de una temporada de 38 partidos. Todos lo han tenido.
En ese sentido, el parón por la fecha FIFA le vendrá de perillas al Girona. No sólo para que jugadores y cuerpo técnico puedan recargar energía para lo que se viene. También, para cortar el paso de los demás. No es poco. Como ya se dijo, con once puntos más el Girona FC se asegurará jugar la Liga de Conferencia. De ahí ya se podrá pensar en Europa y Champions, como cuando Míchel, en las primeras fechas y con su Girona puntero, decía que “lo primero era asegurar la permanencia, luego iremos a por más“.