El Betis se conjura tras la derrota ante el Rayo, que ha caído como un jarro de agua fría en Sevilla y puede traer consecuencias.
Tras encadenar su tercera derrota liguera de forma consecutiva, el parón de selecciones ha llegado en el momento indicado para el Betis. Los partidos frente Atlético de Madrid y Villarreal entraban dentro de lo comprensible, pero caer ante un Rayo Vallecano en horas bajas ha sentado mal en el Villamarín.
¿Cómo se entiende esta mala racha?
El conjunto bético solo ha conseguido encadenar dos victorias consecutivas en liga este año en una ocasión. Entonces, el Betis se enfrentó a Osasuna y al Mallorca, que se encontraban en la mitad baja de la tabla. Aún así, el partido frente a Osasuna se ganó con un agónico gol de Isco en el minuto 94.
A pesar de que los resultados no han terminado de acompañar, el equipo estuvo 13 jornadas sin perder. En esta racha se jugaron partidos frente al Madrid o al Girona, destacando la capacidad de competir del equipo. A pesar de esta actitud luchadora del equipo, no se ha terminado de rendir acorde a las expectativas que tenían en verano.
Tras la sorpresiva eliminación europea frente al Dinamo de Zagreb, tercero de la liga croata, parecía que el equipo se había conjurado tras la contundente victoria frente al Athletic Club. Sin embargo, esta victoria fue un mero espejismo.
La visita al Metropolitano fue decepcionante, ya que los locales dejaron el partido cerrado antes del descanso. Tampoco pudo hacerse fuerte en casa frente al Villareal, un rival directo al que no pudo someter aún poniéndose por delante en dos ocasiones. Esta falta de contundencia lleva persiguiendo al Betis desde el principio de la temporada.
La última de las tres derrotas, quizá ha sido la más sangrante. Y es que, era una buena oportunidad para alzar el vuelo, ya que se enfrentaba a un Rayo Vallecano que no ganaba desde el dos de enero y que estaba en caída libre. Tras un segundo gol que denotó cierta pasividad defensiva, los béticos ven como la Real Sociedad se aleja, y con ella la plaza europea.
Los nuevos no demuestran
El Betis ha realizado un gran mercado invernal. Sufriendo salidas como las de Borja Iglesias, Guardado, Luiz Henrique, Juanmi o Juan Cruz, que se unían a la baja por lesión de Isco, han sabido reponerse bien. Entre las llegadas se encuentran Cedrick Bakambú, el Chimy Ávila y Pablo Fornals.
El primer partido que disputaron las nuevas incorporaciones fue el que enfrentó a los béticos con el Cádiz. Las sensaciones en aquel encuentro fueron buenas y todo parecía tener color de rosa gracias al 0-2 cosechado. Los siguientes partidos, por el contrario, no han sido tan esperanzadores.
Pablo Fornals, el más ilusionante de todos, no termina de hacerse con la medular del equipo. Y es que, a pesar del gol de su debut, las sensaciones no son las mejores. Si bien sí es influyente dentro del juego del equipo, no ha cogido las riendas su juego aún. Es cierto que hay que contar con que sigue dentro de un proceso de adaptación más que lógico para un jugador que ha estado en la Premier durante 5 años.
Por otro lado, Bakambu y el Chimmy Ávila tampoco han terminado de dejar su impronta. El ex del Villareal marcó en su primera titularidad el gol que igualaba la eliminatoria de Europa League, pero en ese mismo partido se lesionó y no ha podido volver a participar. En cuanto al Chimy, también ha podido estrenar su cuenta goleadora en el partido frente al Athletic, pero se salió del partido frente al Villareal, lo que le costó su expulsión.
El fichaje que sí ha rendido desde el minuto uno, ha sido el de Jhonny Cardoso. De hecho, el joven estadounidense está dando un rendimiento mejor del que se esperaba. Ya no es solo un sustituto de Guido, sino que se ha hecho un fijo en las alineaciones de Pellegrini.
Qué le depara al equipo tras el parón
El regreso de los partidos de selecciones no será especialmente amable para el Betis, que visitará al Girona. Si bien será un partido duró, los de Michel no llegan ni mucho menos en el mejor momento de la temporada. El Girona puede querer resarcirse tras perder 4 de sus últimos 6 partidos, todos como visitantes. Por lo que también puede ser un arma de doble filo.
A continuación visitarán Vigo para medirse a un Celta que necesita los puntos para seguir su lucha por la permanencia. Los gallegos, que llegan de dar la sorpresa ganando en el estadio del Sevilla, serán un hueso duro de roer.
Y hablando del Sevilla, la jornada inmediatamente posterior será el derbi sevillano. En este caso será un duelo de dinámicas. Y es que, a pesar del tropiezo del Celta, el Sevilla llega al parón con la flecha para arriba. Es importante que el Betis coseche dos buenas actuaciones en los dos primeros partidos para llegar bien al trascendental derbi.