Los 10 años en la presidencia del club verdiblanco están marcados por grandes gestas y varias anécdotas dentro y fuera del campo
Manuel Ruiz de Lopera se marchó el pasado 23 de marzo a los 79 años en su domicilio de Sevilla tras salir de la unidad de cuidados intensivos de la clínica Santa Isabel, donde se le estaba tratando de diverticulitis. En la década que estuvo al mando del conjunto sevillano, cosechó un triunfo y se codeó con alguno de los mejores equipos europeos de aquella época. Eso sí, sin olvidarnos de varias anécdotas y controversias dentro del panorama bético.
El salvador del Betis
Lopera entró al Betis en el año 1991 como vicepresidente económico del entonces presidente, Hugo Galera Davidson. En esa época, el club hispalense estaba en una etapa económica muy difícil. Entonces, la directiva pensó en convertir al equipo en una Sociedad Anónima Deportiva, pero para hacerlo antes tenían que resolver sus problemas financieros a través de un Plan de Saneamiento que costaba 1.200 millones de pesetas. El Betis consiguió en poco tiempo unos 500 millones de pesetas gracias a las aportaciones de los aficionados béticos.
Al año siguiente, su empresa Farusa se convierte en el accionista mayoritario al comprar el 51% de las acciones del club, ya que presentó los avales bancarios necesarios, unos 680 millones de los 1.200 millones de pesetas exigidos por el Plan de Saneamiento. Después de 5 años dentro de la junta directiva del Betis, decidió dar un paso adelante y se presentó como candidato a la presidencia del Real Betis, las cuales ganó.
Denilson, el fichaje más caro de la historia del fútbol
Lopera al poco de llegar al Betis ya hizo que el mundo del fútbol se fijase en él y en el equipo. En la temporada de 1998 realizó el fichaje más caro de la historia del fútbol, compró a Denilson de Oliveira por 5.000 millones de pesetas, unos 30 millones de euros. En un principio fue un fichaje muy criticado porque el extremo brasileño no encajó de primeras con el equipo.
Además, en el año 2000, el equipo descendió, y como el jugador todavía no estaba adaptado, Lopera decidió enviarlo al Flamengo, a menudo referido por él mismo como “Flamenco”. Sin embargo, la cesión duró solo unos meses debido a dificultades económicas en el club brasileño. La segunda etapa de Denílson en el Betis fue la mejor de su carrera, donde jugó casi 200 partidos anotando 14 goles y alzándose con la Copa del Rey en el año 2005.
Este fichaje trajo una controversia dentro del banquillo verdiblanco. En la temporada 97/98, Luis Aragonés era el entrenador del Betis y se quejó varias veces a Manuel Ruiz de Lopera de que por el precio de Denilson se podrían comprar más de un jugador de gran calidad. A esto le añadió que si llegaba el jugador brasileño, él se iría del Betis. Y así fue, unos días después dejaba el cargo de entrenador. Esto lo contó Tomás Calero, jefe de los servicios médicos del Betis por aquella época, para Relevo.
Del 97 al 2005, una época de hitos
Bajo el mandato de Lopera, el Betis alzó un trofeo y pasó varias veces por competiciones europeas, algo que no había pasado pocas veces antes de su llegada al club. Es más, antes de la temporada 95/96, el Betis solo había participado en 5 ocasiones en competiciones europeas, la mayoría de ellas en la Copa de la UEFA.
El club hispalense a nivel nacional fue subcampeón de la Copa en 1997 con Lorenzo Serra como entrenador. Jugó la Recopa en la temporada 1997-98 con Luis Aragonés como técnico, en esa temporada cayeron eliminados en cuartos de final ante el Chelsea.
Y el único título que consiguió Lopera siendo el directivo del club fue la Copa del Rey del 2005 que le ganó al Osasuna 2 a 1 con los goles de Ricardo Oliveira en el 76’, de Dani en el 115’ y por parte del Osasuna marcó John Aloisi en el 84’.
Además, participó en la Copa de la UEFA en las campañas 95/96, 98/99, 2002/03 y 2005/06, aunque solo consiguiendo llegar hasta los octavos de final, todas estas participaciones las lograron teniendo en el banquillo a grandes entrenadores del fútbol español, como es el caso de Lorenzo Serra, que estuvo durante las temporadas 95/96 y 2005/06, y Víctor Fernández que entrenó al Betis en la campaña 2002/03.
Y un hito importante para el Betis es que fue el primer equipo andaluz en jugar en Champions League. Y es que jugó la fase de grupos de la Champions League en el curso 2005-06, pero no lograron pasar a la siguiente ronda porque quedaron terceros en su grupo, aun así pudieron jugar la Copa de la UEFA (actual Europa League).
Un pequeño bache para Lopera
Aunque solo haya resaltado los buenos resultados del Betis, también hay que decir que no todo fueron alegrías, sino que también hubo desgracias. El Real Betis Balompié atravesó una fase de inestabilidad que lo condujo a su descenso en el año 2000, una temporada destacada por el descenso de grandes equipos como el Atlético de Madrid, el Sevilla y el propio Betis. Sin embargo, regresa en la siguiente temporada como subcampeón de la Segunda División, logrando la clasificación para la Copa de la UEFA bajo la dirección de Juande Ramos durante la temporada 2001-2002. A pesar de esto, la falta de consistencia lleva a dos temporadas mediocres hasta que Lorenzo Serra Ferrer regresa al club.
Un emblema del Betis
En el cambio de siglo, Lopera aprovechó para mejorar las instalaciones del club y creó la actual ciudad deportiva. Estas instalaciones recibieron el nombre de “Ciudad Deportiva Manuel Ruiz de Lopera”. Mantuvo ese nombre hasta el año 2010, cuando Lopera dejó totalmente la directiva del Betis. Hizo lo propio con el estadio. El sevillano cambió el nombre de Benito Villamarín a Manuel Ruiz de Lopera en el 1997 y, hasta su salida en el 2010, no volvió a llamarse Benito Villamarín
Las locuras de “Don Manué” con Joaquín
Don Manué es el mote con el que muchos conocen a Manuel Ruiz de Lopera, acuñado en gran parte por el exjugador Joaquín. Si algo tenían en común, Lopera y Joaquín son algunas de las anécdotas que vivieron juntos.
Una de ellas fue durante la boda de Joaquín con su mujer Susana. Se casaron en el 2005, poco después de que el Betis ganara la Copa del Rey. Entonces, a Lopera se le ocurrió llevar a la boda la copa que ganaron y colocarla en el altar durante el casamiento. Cabe destacar que fue una boda peculiar al haber un trofeo en el altar y, por otro lado, a la boda acudieron muchas personas, incluso llegaron a llenar la iglesia en la que se casó Joaquín
La segunda anécdota, una pequeña broma de Don Manué fue el paso fugaz de Joaquín por el Albacete. Durante la temporada del 2005/06 se venía hablando de que Joaquín podía salir del Betis rumbo a Valencia. A lo que Lopera decidió “cederlo” al Albacete porque, como cuenta Joaquín en su canal de YouTube, “ellos también vestían de blanco”. Y Joaquín fue hasta Albacete aunque solo se encontró a un guardia de seguridad en las oficinas, entonces volvió a Sevilla.
La caída de Lopera
Manuel Ruiz de Lopera dejó de ser presidente del Real Betis Balompié en 2006 después de que muchos béticos lo criticaran por su gestión del club y por su imputación por presunto delito societario. Aunque mantuvo cierta influencia en el club hasta 2010, estuvo involucrado en disputas legales, como cuando se le acusó de apropiación indebida y administración desleal por su gestión en el club verdiblanco. Por eso, Lopera tuvo que abandonar definitivamente su influencia en el Betis. Desde entonces, se ha mantenido alejado del club, pero su legado sigue generando debate y controversia entre los aficionados y observadores del fútbol español.
Si algo podemos decir de Lopera y sus años como presidente del Betis es que fue una etapa marcada por temporadas buenas y con temporadas malas, con quejas de los béticos por la gestión del club y con alegrías para el equipo consiguiendo la Copa del Rey en el 2005. Pero algo que no cambió y que ya no va a cambiar es la marca eterna que dejó Lopera, gracias a su actitud y acciones, en su paso por el Betis.