Los maños consiguieron ganar el derbi aragonés en un partido que tuvo de todo
El Real Zaragoza consiguió ganar el derbi aragonés en territorio enemigo. Y de qué manera lo hizo. Con tres goles, cuatro tarjetas rojas y muchísima tensión, Aragón vivió un partido que más bien parecía una batalla épica de la Edad Media con San Jorge de protagonista.
Previa
Los dos equipos no podían venir más parejos al duelo de vuelta en el Alcoraz. 42 puntos que tenían ambos clubes y la sensación de que sus entrenadores, Antonio Hidalgo y Víctor Fernández, estaban dando a la tecla correcta en sus esquemas, a pesar de que los resultados no acompañen siempre.
Seguro que ni Huesca ni Zaragoza pensaban a estas alturas del cuento que iban a estar luchando por no sufrir por bajar a 1º RFEF. El conjunto local soñaba a principio de temporada con volver a Primera División tras haber estado en en ella en dos ocasiones en los últimos cinco años. Sin embargo, la mala dinámica acabó con la destitución del ‘Cuco’ Ziganda, y la llegada de Hidalgo ha servido para sacar al equipo del descenso. El Zaragoza, sin embargo, parecía que iba a disfrutar del que sería el año del ascenso, tras doce temporadas en la división de plata. Empezaron con cinco victorias seguidas y en el primer puesto, pero todo se fue al garete, y Fran Escribá y, más tarde, Julio Velázquez, abandonaron la dirección técnica del club maño para ser Víctor Fernández el elegido para salvar los muebles.
En el partido de ida, el Huesca asaltó La Romareda, ganando 0-2 sin pasar ningún tipo de apuros. Entonces, el Zaragoza llegaba a la capital altoaragonesa con ganas de venganza. Más de 8.000 personas no querían perderse un derbi con especial asistencia, probablemente por el puente que había en Aragón por la celebración de su patrón, San Jorge, el día martes 23 de abril. Todo estaba preparado y el árbitro solo tenía que pitar el inicio.
Primera parte
El partido empezó con el Zaragoza intentando tener el control de la pelota y las ocasiones, pero el Huesca quiso recordarle que jugaba en casa y que de tomar la iniciativa ya se encargaban ellos. Muchos errores individuales eran los protagonistas de los primeros cinco minutos. Un lanzamiento de falta en el minuto nueve que acabó con Toni Moya centrando el balón al área de una manera nefasta reflejó la imprecisión del partido en sus primeros minutos.
Comenzó Adrián Liso con mucha intensidad, igual demasiada. Vio la primera amarilla del partido en el minuto diez por un pisotón a Villarrasa. Luego, el propio Liso recuperaría un balón cerca del área del Huesca y pondría un centro al que no llegó por poco Lecoeuche. La apuesta de Víctor Fernández era el jugador más eléctrico del partido en la primera mitad.
La primera jugada peligrosa del Huesca llegaría al borde del minuto 15 y no acabaría en gol porque el pase filtrado de Villarrasa a Elady no fue el más preciso.
Mouriño, central de Zaragoza, como nos tiene acostumbrados en su primera temporada en España, hizo una cabalgada por el centro del campo y acabó disparando desde fuera del área, pero atrapó Álvaro Fernández. Siempre intentando ayudar en ataque a pesar de ser defensa.
Gerard Valentín, que era duda hasta el día de hoy, demostró estar en perfecta forma, yéndose en velocidad del Lecoeuche y poniendo un centro que se paseo por el área del equipo visitante.
Gol del Huesca
Esa jugada acabó en córner y, en el minuto 18, el Huesca sería el que cambió el electrónico por primera vez. Sacó en corto el equipo local entre Villarrasa y Sielva, este metió el balón al área y después de algún que otro rebote apareció Loureiro para meter un zapatazo con la zurda y superar a Edgar Badía. Después del suspense generado por la revisión del VAR por un posible fuera de juego de Joaquín, el árbitro confirmó que los oscenses se adelantaban en el marcador.
Si el gol debía de ser una alarma para avisar al Zaragoza de que tenía que espabilar, el equipo visitante no se la tomó así, porque no supo reaccionar de inmediato. Como con la estrategia no se lograba nada, Fran Gámez tiró de corazón para irse de todos y disparar desde fuera del área. Se fue arriba.
Gol del Zaragoza
Hablábamos de Liso como el jugador que más lo intentaba en el Zaragoza, pues al final tocó recibir una recompensa. Gran pase el filtrado de Lluis López que acaba en sus botas. Le acababa tirando un defensor, pero se levantaba. Chutaba prácticamente sin ángulo y se la comía Álvaro Fernández. Primer gol como profesional del canterano en el minuto 35.
El Zaragoza no pudo reaccionar mejor al gol. Intentó tener más ocasiones que un Huesca que estaba aturdido. Los últimos cinco minutos fueron destacables por la cantidad de faltas y tensión que había en El Alcoraz. Sin embargo, justo antes de llegar al descanso, una acción polémica cambiaría el rumbo del partido.
Penalti para el Zaragoza
En una jugada con mucha gente en el área del Huesca, Maikel Mesa se encontró con el brazo de Javi Martínez y acabó tirándose al suelo. El árbitro primero lo pitó fuera del área, pero el VAR le confirmó que era penalti. Mesa pidió el balón y no falló. Disparo con mucha calma que superaba por encima al portero del Huesca. Y así nos íbamos al descanso. El ambiente caldeadito y los aragoneses a cenar.
Segunda parte
La segunda parte empezó con un mejor Real Zaragoza y con un Adrián Liso marcando la diferencia. En el descanso, Zedadka había entrado por Lecoeuche en el puesto de lateral izquierdo.
Y mientras el Huesca intentaba atacar a balón parado, el Zaragoza tuvo una de las más claras. Buena jugada que acababa con Fran Gámez dejándosela atras a Maikel Mesa. El canario chutó, tocó el balón en Álvaro Fernández y el disparo acabó en el palo, en la cruceta derecha concretamente.
Loureiro, autor del gol del equipo oscense, recibía la primera amarilla de su equipo en el minuto 59, por derribar a Adrián Liso. Antonio Hidalgo acudió al banquillo para poner pólvora en el campo. Entraron dos delanteros: Samuel Obeng y Hugo Vallejo, y se retiraron del campo Elady Zorrilla y Joaquín Muñoz.
Maikel Mesa, que había mejorado considerablemente en la segunda parte, tuvo que retirarse en el minuto 65 por molestias físicas. Entraría en su lugar Jaume Grau.
Una entrada fea de Mouriño sobre Hugo Vallejo acabó en una tarjeta amarilla para el uruguayo. Más cambios había en el Huesca. Se retiraban Kortajarena y Loureiro, y entraban Javi Mier y Bolívar. Iba con todo el Huesca.
Asedio del Huesca
Alrededor del minuto 70 el conjunto local tendría una ocasión clarísima. Falta que sacaba el conjunto local que acababa en un remate de cabeza de Bolívar que se iba fuera por poco. Germán Valera entraba por posiblemente el mejor jugador del partido, Adrián Liso. Primer gol contra el máximo rival y ovación de la afición visitante.
Gerard Valentín demostró su frustración saltando y clavándole el codo a Edgar Badía en un balón aéreo que atrapaba el portero. Esa jugada terminó en una tangana en el área del Zaragoza que acabó con tarjetas amarillas para Valentín y Obeng por parte del Huesca y para Zedadka para el Real Zaragoza. También un fisio del Huesca fue expulsado.
Antonio Hidalgo hacía el último cambio que le quedaba en el minuto 81. Se retiraba del terreno de juego Gerard Valentín y entraba Rafa Tresaco. Acto seguido, Hugo Vallejo probaba desde lejos, y Badía paró pero no atrapó dejando el cuero muerto. No llegó al rechace ningún jugador del Huesca.
Mouriño estaba exhausto, y justo antes de que Víctor Fernández oficializara su cambio por Jair Amador, el uruguayo fue expulsado por doble amarilla por un manotazo a Hugo Vallejo. El Zaragoza tenía que aguantar los cinco últimos minutos con uno menos. La jugada siguiente fue una falta del Huesca que acababa con Zedadka sacando el balón cerca de la línea de la portería. Víctor Fernández acababa quitando a Iván Azón y poniendo a Jair.
El final del partido fue un asedio del Huesca, ocasión tras ocasión. Un disparo de Obeng desde lejos acabó en una parada de Edgar Badía a mano cambiada. Descontaban seis minutos y el ambiente no podía estar más caldeado.
Descuento
Al empezar el descuento, Marc Aguado se tiraba al suelo para perder tiempo. El árbitro ordenó que entraran las asistencias médicas. El Zaragoza tenía que defender con nueve, no podía estar más tenso el encuentro.
Sielva perdía un balón que dejaba a Valera completamente solo. El mediocentro no tuvo más remedio que hacer una dura entrada que acabaría en su expulsión. A falta de dos minutos esto estaba 10 contra 10.
A falta de menos de un minuto Samuel Obeng, completamente solo con la defensa del Zaragoza empanada, tuvo la última ocasión y la desperdició. Cabezazo que se iba por encima de la portería de Edgar Badía y esto se iba a acabar.
La Sociedad Deportiva Huesca iba a tener la última de las últimas. Córner con todo el mundo arriba que atrapó Badía.
Acabó el partido y el Zaragoza lo celebraba efusivamente con su afición, a sabiendas de la importancia que tenía llevarse este partido. Los locales siguen a cinco del descenso y el Zaragoza sale de un buen aprieto, poniéndose a ocho puntos del decimonoveno.
