La anfitriona arrolló a la selección dirigida por Steve Clarke para iniciar el campeonato europeo por todo lo alto delante de su gente
La espera ha terminado. Este viernes, 14 de junio, a las 21:00 horas, el pitido inicial del árbitro francés Clement Turpin en el Allianz Arena de Múnich significaba el comienzo, oficialmente, de la Eurocopa 2024. Con una breve pero intensa preparación tras el término de las competiciones domésticas, los jugadores de Alemania y Escocia se citaban en el icónico estadio del Bayern, para disputar el primer encuentro del Grupo A. Mientras que Turpin se encargaría de arbitrar el encuentro, Jérôme Brisard llevaría la batuta de la sala VOR.
Alemania, como país anfitrión, buscaba iniciar con buen pie su andadura en el torneo, mientras que Escocia aspiraba a sorprender y demostrar su competitividad en el escenario europeo desde el principio con un once de lo más ofensivo. El ambiente en el Allianz Arena era eléctrico, de fiesta total, con aficionados llenando cada rincón del estadio y creando una atmósfera inigualable.
Primera parte
El partido comenzaba con Alemania presionando muy arriba tras pérdida y dando muy pocas opciones de controlar el balón a los de Steve Clarke. Los de la isla trataban de aprovechar cualquier recuperación de balón para armar un contragolpe a toda velocidad. Mientras tanto, las gradas del Allianz empujaban a la Die Mannschaft a por el primer gol en la contienda. ¡Y poco tardaría en llegar! A los diez minutos, llegaría el tanto local.
Cambio de orientación exquisito de Toni Kroos desde el centro del campo a la derecha para Joshua Kimmich, el mediocentro reconvertido en lateral veía la llegada de Florian Wirtz desde segunda línea y el del Bayer Leverkusen, sin marca alguna, batía a Angus Gunn con un disparo colocado al palo largo que, incluso, llegó a impactar en la madera antes de introducirse en el fondo de la red. Primer gol de la Eurocopa 2024 y llevaba la firma de Wirtz. Ante esta situación, los aficionados germanos estallaban de alegría en las gradas del Allianz Arena. La otra cara de la moneda la ponían los escoces que, con caras de resignación, recibían este duro y prematuro revés.
Escocia buscaba adueñarse, progresivamente, del control de balón, pero los hombres de Julian Nagelsmann no cedían en su presión al rival. Sin embargo, tan solo nueve minutos más tarde, los alemanes asestarían un nuevo golpe a los visitantes. Brillante jugada individual de Ílkay Gündogan, quién, con el rabillo del ojo, observaba el desmarque de Kai Havertz, le ponía un pase magistral al atacante gunner y el ‘7’ la cedía atrás para que Jamal Musiala, después de zafarse de Callum McGregor con un movimiento de lo más habilidoso, pusiera el balón en la escuadra izquierda de Gunn desde el área grande. Esto era un golpe encima de la mesa que podía ser definitivo, pero los de la The Tartan Army no reaccionaban.
Pasado el ecuador del primer tiempo, el colegiado, Clement Turpin, señalaba la penalti máxima después de la caída de Jamal Musiala al ser derribado por un defensor contrario tras un centro anterior de Maximilian Mittelstädt. La acción ofrecía muchas dudas. Finalmente, con la intervención del VAR, todo quedaba en una falta en la frontal del área para los locales que Kai Havertz enviaba a las manos de Angus Gunn. Con un resultado provisional de 2-0, los blancos relajaban su presión asfixiante y Escocia comenzaba a tocar con mayor calma y fluidez.
A falta de tres minutos para el descanso, Gündogan remataba un nuevo buen centro de Kimmich desde la derecha, pero, en el rechace, el central, Ryan Porteous, intentando salvar el 3-0, arrollaba el tobillo del futbolista del FC Barcelona. Después de una nueva revisión en el VAR, el árbitro decretaba la pena máxima y le enseñaba la cartulina roja al defensor escocés. Ya en el lanzamiento, Kai Havertz engañaba a Angus Gunn y ponía el 3-0 definitivo antes de irse los 22 protagonistas al túnel de vestuarios.
Segunda parte
Los segundos cuarenta y cinco minutos comenzaban con un cambio defensivo en las filas del combinado de Steve Clark. El defensor, Grant Hanley, entraba por el atacante, Che Adams, para completar la defensa de cinco en sustitución de la de tres había hecho aguas en el primer acto. Mientras, Nagelsmann, con el partido muy controlado, daba descanso a Robert Andrich, apercibido, para dar minutos a Pascal Gross. Con el balón en juego, los primeros minutos de esta segunda parte arrancaban con más igualdad de lo visto en la primera. No obstante, la tónica continuaba siendo la misma. Alemania dominaba la posesión de balón y Escocia esperaba su momento para recuperar y armar posesiones más largas.
Jamal Musiala seguía brillando sobre el verde del Allianz Arena. En el minuto 57, mediante una nueva jugada de fantasía, sacaba un centro preciso para que Florian Wirtz cabeceara alto prácticamente en el área pequeña. El partido entraba en una clara fase de estabilización. Eso sí, ahora parecía obtener buen rendimiento la defensa de cinco hombres que implantaba el seleccionador escocés tras el descanso.
Julian Nagelsmann daba descanso a algunos de sus pilares ofensivos y sacaba a Leroy Sané y Niclas Füllkrug, quiénes sustituían a los autores de dos de los tres goles locales, Florian Wirtz y Kai Havertz, respectivamente. Alemania bajaba el pie del acelerador de forma momentánea mientras se producían movimientos en las filas de una y otra selección. Pero esto sería temporalmente, porque, a falta de poco más de veinte minutos para el noventa, llegaría el cuarto picotazo de los teutones. Enésima sensacional jugada de Musiala, que cedía el balón para Gündogan y, con varios rebotes de por medio, el recién salido al campo, Niclas Füllkrug, se sacaba un disparo potentísimo que acabaría en la escuadra izquierda de la portería de Gunn. Imposible para el portero de Escocia.
Ocho minutos después, cuando parecía que, ahora sí, el resultado de 4-0 sería definitivo, el propio Füllkrug aprovechaba varios rebotes en área escocés para empujar el balón para dentro y poner el quinto. Desafortunadamente para él, Clement Turpin señalaba el fuera de juego y el gol no subía finalmente al marcador. Con todo esto entrábamos en los últimos diez minutos del tiempo reglamentario.
Todo el pescado estaba más que vendido en este partido inaugural de la Eurocopa 2024. De todos modos, los anfitriones querían más y Leroy Sané lo intentaría desde la frontal con un disparo centrado que atajaba Gunn sin mayores apuros. En la jugada siguiente, el extremo del Bayern remataba alto al llegar a la frontal del área. El crono corría y corría. Y en una acción a balón parado de Escocia botada por Andrew Robertson, tras varios rechaces, llegaría el tanto de la consolación. La pelota impactaba en la testa de Antonio Rüdiger y se introducía en la portería de un Manuel Neuer que no tuvo ninguna situación comprometida a lo largo de los noventa minutos de partido. En el último minuto de los tres de añadido, Emre Can sellaba el 5-1 definitivo. De esta manera, Alemania firmaba la mayor goleada de la historia de las Eurocopas hasta el presente.
Ficha técnica
Alemania: Manuel Neuer; Maximilian Mittelstädt, Jonathan Tah, Antonio Rüdiger, Joshua Kimmich; Toni Kroos (Emre Can, 80′), Robert Andrich (Pascal Gross, 46′); Florian Wirtz (Leroy Sané, 62′), Ílkay Gündogan, Jamal Musiala (Thomas Müller, 73′) y Kai Havertz (Niclas Füllkrug, 62′).
Escocia: Angus Gunn; Kieran Tierney (Scott McKenna, 77′), Jack Hendry, Ryan Porteous; Andrew Robertson, Callum McGregor (Billy Gilmour, 67′), Scott McTominay, Anthony Ralston; John McGinn (Kenny McLean, 67′), Ryan Christie (Lawrence Shankland, 81′) y Che Adams (Grant Hanley, 46′).
GOLES: Florian Wirtz (1-0, 10′), Jamal Musiala (2-0, 19′), Kai Havertz (3-0, 45′), Niclas Füllkrug (4-0, 68′), Antonio Rüdiger (4-1, en propia portería, 87′) y Emre Can (5-1, 90+3′).
ÁRBITRO: Clement Turpin. AMONESTACIONES: Tarjetas amarillas: Robert Andrich (30′), Anthony Ralston (48′) y Jonathan Tah (62′). Tarjetas rojas: Ryan Porteous (43′).
ESTADIO: Allianz Arena.