La Federación Internacional de Automovilismo ha anunciado que no tiene planes de intervenir en la regulación de la flexibilidad de esta pieza
Una parte muy importante del monoplaza es el alerón delantero, ya que es la primera parte de todo el coche que entra en contacto directo con el aire. De esta manera, este elemento es muy importante, tanto para generar carga aerodinámica, como para mejorar la velocidad punta. Los equipos lo saben y buscan llevar el reglamento hasta el extremo.
La manera de retorcer e incluso incumplir el reglamento se lleva a cabo mediante los llamados “alerones flexibles”. Estos no son tan rígidos como los normales y se adaptan al tramo del circuito, es decir, flectarán o no dependiendo de si se encuentran en una recta o en una curva. Estos alerones llevan mucho tiempo siendo objeto de polémica, pero siempre se han acabado prohibiendo.
El caso es que la FIA ha decidido no intervenir en este aspecto, favoreciendo a equipos como Mercedes. Las escuderías que hacen uso de este elemento, teóricamente ilegal, han admitido delante de la propia FIA que para ser competitivo hay que llevar el reglamento al límite e incluso sobrepasarlo en algún caso.
Inconsistencia en las decisiones
Cabe destacar que, pese a estar prohibido por reglamento, la Federación Internacional de Automovilismo ha considerado legales este tipo de alerones. Ahora bien, es una decisión casi revolucionaria. En otros casos, la FIA ha obligado a equipos a quitar este elemento de su monoplaza lo antes posible, haciéndoles perder todo el balance del coche.
Un caso claro es el AMR23 del año pasado. La escudería británica logró construir el segundo mejor coche durante el invierno para las primeras carreras del año. No obstante, tras 6 carreras empezaron a salir rumores de que lo que les había hecho catapultarse hasta la cima era su alerón delantero. Poco después de la salida de estas informaciones se habló de que la Federación Internacional de Automovilismo les obligó a quitar este elemento del monoplaza.
Este cambio, además de otros factores, supuso el inicio de la caída libre, que dura hasta el día de hoy, de Aston Martin. La prohibición fue coherente, ya que si el alerón flectaba más de lo permitido, debía ser prohibido. Sin embargo, parece ser que, como ya viene siendo habitual, la FIA sigue siendo inconsistente con sus decisiones, y lo que un día es ilegal, al siguiente puede ser legal.