El combinado celeste se mide al Deportivo Alavés en el inicio de una nueva e ilusionante temporada bajo las órdenes de Claudio Giráldez
El conjunto gallego se estrena ante los suyos
Los de Claudio Giráldez afrontan hoy (19:00h) su primera prueba del curso. El club olívico recibe en el Estadio de Abanca Balaídos al Deportivo Alavés, debutando ante su afición en el inicio de la Liga EA Sports 24-25. Después de un centenario plagado de obstáculos y dificultades, el Celta busca otorgarle a sus seguidores un año tranquilo a la par que ilusionante.
El último precedente entre gallegos y vascos tuvo lugar en la jornada 33 del pasado curso. Dicho encuentro, con la lucha por la permanencia en juego, se decantó del lado vitoriano. Los jugadores de Luis García Plaza fueron superiores a los de Claudio Giráldez y, finalmente, lograron vencer por 3-0 a un Celta que se vio con el agua al cuello durante el tramo final de la competición.
Nueva campaña, nuevos objetivos
El fútbol y la vida presentan numerosas similitudes, y una de ellas es el cambio de etapas. Al igual que las personas se fijan nuevas metas y propósitos al empezar un nuevo año, los clubes tienen la necesidad de olvidarse del pasado y centrarse en dar lo mejor de sí para crecer y superarse en el presente. La campaña del centenario ya es agua pasada para el Celta y, pese a no haber cumplido con las expectativas, los gallegos certificaron su permanencia en la élite por decimotercer año consecutivo.
El contexto actual es completamente diferente. Los propósitos de la 23-24 no se cumplieron, el entrenador no continuó y el proyecto tomó un cambio de rumbo. Ahora, los objetivos del club son otros. Lejos de unas altas aspiraciones que puedan jugar malas pasadas, la ilusión desmesurada o las metas irreales, el Celta y sus aficionados buscan tranquilidad. Tras años de errores, malas planificaciones y salvaciones con tintes épicos, los celestes quieren disfrutar de ver jugar a su equipo y sentirse identificados y representados por él.
Un proyecto representativo
Claudio Giráldez es el líder de una plantilla y una idea de juego con la que todos los seguidores se sienten identificados. El técnico de O Porriño encarna a la perfección los valores del club. Su plan en el terreno de juego se centra en un fútbol vistoso, ofensivo y acomplejado. A su vez, los encargados de llevarlo a cabo son, la mayoría, canteranos que sienten el escudo que defienden.
Lejos de buscar talento fuera de casa, Giráldez prefiere apostar por el talento que hay en A Madroa. De esta manera, las personas que acuden al estadio, o que ven y siguen a su equipo desde fuera, se sienten más orgullosas e identificadas con el equipo. Con esto y una idea de juego alegre y valiente, los propósitos de los fans celestes para el curso 24-25 se habrán cumplido con creces.
En resumidas cuentas, el nuevo Celta tiene tintes del viejo Celta. La intención de tener el balón, someter al rival y disfrutar a la vez que hacer disfrutar. El fútbol de salón. La confianza en la cantera. Todas estas son las metas de una temporada en la que lejos de objetivos desmesurados los fans del Celta buscan volver a sentirse identificados con su equipo.