Dudar de Ancelotti tanto como entrenador en su carrera como en su periplo en el Madrid sería de una osadía periodística incomparable, pero ayer flaqueó en su lectura del partido
El Madrid ayer volvió al esquema del año pasado, un rombo dinámico con el que conquistó con solvencia el campeonato liguero y que le permitió alzarse con su 15º Champions. Un diseño táctico que, pese a haberse visto modificado este año – con el plus de la llegada de Mbappé– los discípulos del italiano supieron plasmar a la perfección en la primera mitad.
Un rejuvenecido Modric lideró la sala de máquinas
Con Modric llevando la batuta en salida de balón, el croata fue escoltado tanto por Tchouaméni –quien completó una muy discreta actuación- como por Valverde, a quien le vimos perder protagonismo con el balón ya que su rol fue más exterior. Los primeros 60’ fueron positivos para los de Ancelotti, ya que se mantuvo un bloque junto y sólido, precisamente en contraste a los últimos partidos, donde los blancos se partían con facilidad, especialmente sin balón.
Volver al sistema antiguo permitió al Madrid ser más incisivo en zonas interiores, aunque solo encontró a Vinicius y Rodrygo con intermitencia. Por su parte, los laterales recuperaron la altura del curso pasado y por ahí el conjunto blanco quiso hacer daño, aunque el hermético cierre externo de Llorente y Reinildo dificultaron dicha empresa.
Hasta el gol de Militao el Madrid hizo un partido correcto, algo achantado en la presión y con las ganas de que el 0-1 era suficiente. Con el control del balón para los blancos, los cambios del Cholo le dieron una marcha más físicamente al equipo, pero no fue suficiente para cambiar la tendencia. Los minutos se sucedían y Carlo Ancelotti volvió a recaer a uno de los males que le han acompañado durante toda su carrera: los cambios tardíos. Con Modric desfondado y con el Atlético empezando a apretar los cambios del italiano fueron desastrosos: decidió doblar laterales, metiendo a Lucas Vázquez, lo que desplazó a Carvajal como tercer central y el peor cambio: Vinicius fuera por Fran García.
Al cambiar a Vinicius, el Atlético de Madrid recuperó efectivos y presencia, ya que ya no tenía que marcar zonalmente con tres jugadores al ‘7’ madridista. Con los laterales doblados en ambas bandas, el Madrid se plantó con una monstruosa defensa de 6 en la que nadie sabía dónde ni cómo ponerse.
Y ahí fue, sin centro del campo real, con Bellingham corriendo sin sentido y con Endrick regalando una ocasión clara, que el conjunto del Cholo se aprovechó de la confusión madridista para filtrar un pase a Correa donde falló todo el malogrado mecanismo defensivo. Ni Valverde puso saltar a su marca, Carvajal estaba fuera de posición, Rüdiger tiró mal y tarde el fuera de juego y Courtouis, jugando lesionado, se deshizo como un flan ante el regate del argentino.
Ancelotti regaló el derbi con sus cambios tardíos, y resucitó con el desfibrilador de los errores a un Atleti que ya había aceptado la derrota. ¿Habrá toque de atención en Lille?