La mala dinámica de resultados ha llevado al equipo albiazul a pugnar en una lucha en la que nadie le esperaba al inicio de esta segunda fase del campeonato
Quien juega con fuego se quema y, en este caso, el Deportivo Alavés se ha convertido en el pirómano de LaLiga. El equipo vitoriano ha demostrado ser al que peor le ha sentado el confinamiento. Sus problemas para sacar los partidos adelante, su escasez tanto de recursos como de efectivos y sus problemas a la hora de dejar la portería han traído por el camino de la amargura durante todo el año al ya destituido Asier Garitano. Sin embargo, la lucidez de su pareja ofensiva formada por Joselu y Lucas Pérez les permitió llegar al parón en una situación de lo más cómoda, con un colchón de puntos respecto a los puestos de descenso de lo más confortable.
Depresión y caída libre post-parón
No obstante, desde que se reanudó la competición, los problemas del Deportivo Alavés no han hecho más que agravarse. Los anteriormente mencionados puntos débiles se han visto acentuados. El Glorioso se ha visto en serios problemas para dosificar una plantilla que ha echado de menos a un delantero suplente cuando los inamovibles no han podido estar. Además, la falta de profundidad en el banquillo privó al ex preparador babazorro de contar con un plan B’, cuando apenas contaba con un A’. Por si fuera poco, sus nueves no han sido capaces de siquiera acercarse a sus números pre-Covid. Tan solo Joselu ha conseguido ver puerta, en una ocasión. El resultado ha sido nefasto, con la friolera de tres puntos de los últimos 24 posibles, con 3 goles a favor y 16 en contra.
A consecuencia de ello, los siete puntos que le separaban del infierno en marzo se han visto reducidos a tres respecto al RCD Mallorca, y seis respecto al CD Leganés, lo que les obligará a batallar por un objetivo que se daba por conseguido. En estas tres batallas se las tendrán que ver con el Getafe en Mendizorroza y con el Real Betis a domicilio, cerrando la temporada en su estadio ante el FC Barcelona. Un calendario para nada sencillo, que hace que desde Vitoria se teman lo peor. No obstante, las ráfagas de buen juego exhibidas por el equipo, ahora de Juan Ramón López Muñiz, ante el Real Madrid han hecho pensar a la afición que aún sea posible reconducir la tan caótica situación.
El golaveraje, a su favor
La parte positiva es que el golaveraje le sonríe al club alavés en el caso del RCD Mallorca, con un 2-1 favorable a los babazorros. En el caso del CD Leganés, el doble empate a uno les obligaría a estar pendientes de la diferencia de goles total. Aunque es muy poco probable que se dé este escenario, ya se sabe que en el fútbol 2+2 suele ser cinco.