En las últimas semana, Dani Parejo está siendo muy cuestionado en el entorno valencianista y de hecho está siendo uno de los principales focos de la críticas
Ningún jugador de la primera plantilla ha aguantado todo lo que el de Coslada ha tenido que soportar. Cuestionado en la mayoría de sus temporadas. Pitado y ridiculizado por su propia afición durante años. No obstante la llegada de Marcelino cambió el destino de Parejo.
Se convirtió en uno de los buques insignia de la entidad valencianista. Daniel Parejo era el dueño y señor del centro del campo de Mestalla. Todo el juego del equipo pasaba por sus botas. Asimismo, el sistema de juego de Marcelino García Toral le beneficiaba mucho. Parejo destaca por su buena salida de balón y su excelente visión de juego. De hecho, como se denomina actualmente, es un perfecto lanzador de contraataques. Con un simple toque permite a sus compañeros más veloces generar peligro al espacio.
Por otro lado, su calidad técnica le permite mantener el balón en sus pies de forma excelente. Sin embargo, cuando Parejo no está bien en el campo, el Valencia no es el mismo. Quizás esto se debe a su sobrecarga de minutos y a la ausencia de un jugador que pueda sustituir a Parejo, con unas características similares.
Pasó del infierno al cielo en una temporada. De ser pitado a ser coreado cada domingo en Mestalla. Pero, tras la reentré de la Liga, Parejo no ha vuelto al nivel esperado. Obvio que el de Coslada merece el brazalete de capitán de un equipo como el Valencia. Pues, de sobra, ha demostrado su amor por este club y su compromiso con esta camiseta.
Pero, ¿un buen pasado permite tener banda ancha para, incluso, faltar el respeto? Como comentaba anteriormente, si Parejo no está, el Valencia no funciona. Y, en este fútbol post Covid, no está mostrando su mejor versión. Pero la cosa no queda ahí. El mayor problema es cuando se muestra una actitud deleznable en el campo. Hacer caso omiso a las palabras del entrenador, sea quien sea, durante las charlas o comentarios que este pueda hacer. Llegando incluso a poner alguna cara de respeto.
Parejo ha sido y puede volver a ser indiscutible en el esquema del Valencia. Pero no hay que olvidar una cosa. El escudo no se mancha. Está claro que el mediocentro de Coslada ama al Valencia. Pero hay ciertos límites o líneas que no se deben cruzar. El Valencia por encima de todo. Fuera egos y más lucha, entrega y pasión. Si pierdes que sea mostrando un buen nivel, no arrastrándote por el campo.
