El mal rendimiento del serbio durante la temporada ha puesto en duda su futuro como jugador del Real Madrid
En las últimas horas, distintos medios han asegurado que existe un interés por parte del Nápoles para hacerse con los servicios de Luka Jovic. El club italiano busca un reemplazo de Milik, que saldrá del equipo. El serbio podría formar una dupla junto a Osimhen, quien podría llegar en los próximos días a Italia, procedente del Lille.
¿Por qué el Real Madrid vería con buenos ojos esta venta?
Luka Jovic llegó el pasado verano a las filas del conjunto blanco a cambio de 60 millones de euros. Los merengues se adelantaron a otros grandes clubes que querían hacerse con el serbio, como el FC Barcelona. Había unas grandes expectativas alrededor del delantero, tras conseguir anotar 27 goles con el Eintracht Frankfurt en la pasada temporada.
Llegó para hacerle competencia a un Benzema que había sido lo mejor de un pésimo Real Madrid en la pasada campaña. Luka comenzó con la confianza de Zizou, quien le dio minutos en sus primeros partidos. No consiguió adaptarse rápido, lo que provocó que Zidane otorgase más minutos a otros jugadores, y menos a Jovic.
El entrenador francés continuó dándole minutos, aunque seguramente no todos los que le hubiese gustado al delantero. Sin embargo, este no ofrecía nada para poder cambiar la situación, pues su rendimiento seguía siendo muy bajo.
La oportunidad perdida
Llegó la Supercopa de España, acompañada de la lesión de Benzema, una oportunidad única. Era el momento de dar un golpe sobre la mesa, pero el serbio no dio el nivel esperado. Cierto es, que contra Atlético de Madrid hizo un buen partido. Pero no fue suficiente, ya que en los demás partidos estuvo desaparecido. Con la vuelta de Karim, esto le volvió a condenar al banquillo. Su rendimiento cayó en picado, y hasta Mariano, que apenas había tenido minutos, le quitó el puesto.
Cuando parecía que su rendimiento no podía ir a peor, aparecieron conflictos extradeportivos. En primer lugar, se saltó la cuarentena en su país, por lo que le cayeron multitud de críticas tanto en Serbia como en España. Más tarde, con la vuelta a los entrenamientos después de la cuarentena, Jovic llegó con una lesión en el tobillo. Se puso en duda su origen. Él aseguraba que había sido mientras entrenaba, otras fuentes decían que se había producido tras saltar una valla mientras se encontraba en su país. La lesión tuvo como consecuencia que se perdiese prácticamente todos los partidos restantes de liga.
El delantero ha terminado finalmente con dos goles en liga. Una cifra muy baja para un delantero de su talla. Esta situación es la que ha provocado que los vikingos quieran que sea vendido. A esto se le suma que el serbio también querría salir, tras no conseguir adaptarse al juego, y para poder sumar más minutos en los terrenos de juego. Otros clubes interesados en su contratación son el Leicester City, el Mónaco, e incluso el Arsenal.