Tras una temporada nefasta para el Barcelona, Riqui Puig y Ansu Fati son las perlas de la cantera que arrojan algo de luz para la última competición que hay en juego, la Champions
El Barça no ha cuajado una buena temporada y así los resultados lo demuestran. Con Valverde, el equipo, pese a mantenerse vivo en las 3 competiciones y liderar la Liga, no desprendía buen juego.
Con la llegada de Setién, se pretendía que el juego fuera mejor, pero no fue así. El equipo perdió la primera posición en Liga y fue eliminado de la Copa del Rey frente al Athletic de Bilbao.
Con la Liga ya perdida, la Champions es la ultima bala que le queda a este Barça para salvar la temporada. Pese a no haber jugado a un buen nivel, Ansu Fati y Riqui Puig son las joyas de la corona de la cantera blaugrana que han salvado el juego del equipo. Ambos pueden ser la baza clave para la Champions.
Ansu Fati
El joven de 17 años ha sido la explosión de la cantera. Viniendo del Juvenil A del Barça, ascendió al primer equipo de la mano de Valverde y poco a poco se ha ido ganando un sitio en el primer equipo, hasta llegar a ser una pieza clave de la ofensiva culé.
Tras su llegada al máximo nivel, ha anotado un total de 8 goles, 7 en Liga y 1 en Champions frente al Inter de Milán.
Ansu es de esos jugadores que tienen algo distinto, que cuando encaran desprenden peligro y hacen dudar al defensa. Puede parecer atrevido, pero su forma de encarar y la facilidad y el desparpajo que tiene a la hora de desbordar recuerdan al Neymar recién llegado de Brasil.
De hecho, desde la marcha del brasileño, el Barcelona no ha podido encontrar un extremo que ocupe su puesto. La apuesta de Dembélé está en proceso y la de Coutinho está prácticamente perdida, por lo que Ansu ha aprovechado la situación y se ha hecho con un hueco en el equipo.
Su desborde, su ambición y sus goles pueden ser claves para vencer al Napoli y buscar el ansiado título europeo.
Riqui Puig
El joven catalán lleva varios años en la cantera blaugrana. Con ficha del Barça B, ha subido con el primer equipo en varias ocasiones, siempre dando una buena imagen y un buen nivel, pero fue Quique Setién quien le dio un hueco en el equipo.
Con la baja de Arthur y la lesión de De Jong, Riqui Puig pasó a ser titular en el centro del campo blaugrana, cuajando actuaciones realmente soberbias que dan esperanzas sobre su futuro en el club.
Riqui no es un centrocampista como cualquiera. Aporta al Barça algo que se había perdido desde la marcha de Iniesta, la llegada al área. En efecto, desde que se fue Don Andrés, Messi ocupaba una posición más centrada, buscando iniciar desde atrás la jugada de ataque e internándose en la defensa rival para buscar el hueco.
Riqui Puig tiene ahora esa función. Es un jugador que no se contenta con cumplir su rol estrictamente en la medular del campo, sino que busca llegar al área y busca generar ocasiones de gol. Su calidad le permite buscar pases arriesgados que pueden convertirse en grandes asistencias.
El joven catalán no solo destaca por su rol ofensivo, sino que se sacrifica defensivamente como el que más. Son ya muchos los partidos en los que Riqui se deja el alma en la presión y en tareas defensivas.
La Champions, la prueba final
Ambos canteranos han demostrado tener las ganas y el nivel para estar y crecer en el primer equipo culé, pero tendrán que pasar por el examen final: la Champions.
Se espera mucho de ambos siendo tan jóvenes, pero pasar la prueba significaría consolidarse a una edad poco habitual. Asumir riesgos y tomar el control en partidos difíciles puede significar el dar el paso hacia un futuro como titular y un futuro en el que la afición deje de verlos como chavales y pase a verlos como estrellas indiscutibles.
Su pasión, su entrega, su buen fútbol y sus ganas de triunfar han hecho que se ganen a la afición, pero el último paso para ello es darle un título tan ansiado como la Champions que, aunque lo parezca, no es imposible de ganar.
