Justin Fashanu, el primer futbolista que dejó patente la homofobia en el fútbol con su declaración de ser homosexual
Justin creció en un ambiente complicado y que presagiaba que su vida no iba a ser nada fácil. Siendo un niño vio como su familia se desestructuraba, teniendo que crecer junto a su hermano con una familia de acogida en Norfolk. Fashanu no comenzó jugando al fútbol, sino que su primera pasión fue el boxeo, pasión que dejó a un lado cambiando el cuero de los guantes por el de las botas de fútbol.
De esta manera, el joven inglés daba paso a su carrera como futbolista, dando sus primeros pasos en el Norwich City, club donde se forjaría hasta llegar a la élite con tan solo 18 años. Tal fue el crecimiento del joven delantero que en tan solo una temporada en el primer equipo se colocó como uno de los máximos anotadores del vestuario, ganándose la titularidad.
Tan solo una temporada después llamaría la atención de todo el país logrando el ‘Mejor gol de la Temporada’, premio que otorgaba la BBC. Un tanto que lograría, nada más ni nada menos que contra el gran Liverpool. Tanta fue la expectación por el joven que a final de temporada recibió sus primeras ofertas para fichar por un gran equipo.
Fue entonces cuando Fashanu pasaría a formar parte del libro de los récords. El Nottingham Forest, equipo que venía de ganar dos Copas de Europa, oficiaría su fichaje. Se convirtió así en el primer jugador negro por el que se pagaba un fichaje de un millón de libras.
Pero no todo iban a ser buenas noticias para Justin, pues su entrenador, Brian Clough, comenzaría a increparle por sus actuaciones tanto en el terreno de juego como fuera de él. Todo estalló finalmente con la noticia que cambiaría la vida de Fashanu, abriendo una puerta a todas aquellas personas que tenían miedo a declarar su homosexualidad.
La noticia
El diario The Sun sacó en portada la declaración de su homosexualidad con un reportaje, que según declaraciones del biógrafo de Justin, era un chantaje: ‘Sabemos que eres gay, o lo cuentas y te pagamos por ello o igualmente lo sacamos y no recibirás nada de dinero’, confesó su biógrafo.
Por aquel entonces el joven delantero no sabía que aquella declaración marcaría su sentencia en el fútbol. A raíz de aquella portada, Justin recibía multitud de comentarios homófobos en todos los campos a los que acudía por parte de aficionados, rivales, e incluso, en su propio equipo y familia.
La carrera de Fashanu se truncó, y junto con una lesión que lo lastraría decidió abandonar el fútbol y marcharse a EE.UU. Fue allí donde la pesadilla no hizo más que seguir en aumento, pues recibió una acusación de violación a un menor. Dicha acusación fue archivada por falta de pruebas, y tras esta decidió volver a Londres.
Tras regresar a su país, Justin decidió suicidarse, dejando una carta en el lugar donde perdió la vida: “Me he dado cuenta de que ya he sido condenado como culpable antes de comenzar el juicio. Yo no he abusado nunca de aquel joven. Sí, tuvimos sexo, pero basado en el consentimiento mutuo. A la mañana siguiente él me pidió dinero, y cuando le dije que no me respondió ‘espera y verás’. Ya no quiero ser más una vergüenza para mis amigos y mi familia. Espero que el Jesús que amo me acoja. Finalmente encontraré la paz”.
Justin Fashanu se suicidó por la presión a la que fue sometido por todo su entorno por el simple echo de ser homosexual, un echo que a día de hoy sigue siendo un tema tabú en el fútbol. Llegando futbolistas a confirmar en secreto el temor a contar la verdad, por miedo a que su carrera se vea truncada por esto.
El fútbol es un deporte maravilloso en el cual debería tener cabida todo aquel que sienta pasión por golpear el esférico. Independientemente de su género, condición sexual o del país en el que hayan nacido. Gracias Fashanu, fuiste el primer valiente.