En cada una de sus etapas, Fabio Capello levantó una liga con el Real Madrid, aunque la más recordada es la segunda, en 2007
Capello llegó en el verano de 2006 tras dos años en la Juventus, en los que levantó dos Scudetto. Mijatovic, el director deportivo en aquel momento, confeccionó una plantilla con la que el italiano pudiese competir los tres títulos. Llegaron Fabio Cannavaro y Emerson desde el anterior equipo de Fabello. Van Nistelrooy y Reyes firmaron desde el Manchester United y el Arsenal, respectivamente. Por último, Mahamadou Diarra fue el fichaje más caro aquel verano (para los blancos), valorado en 26 millones de euros. En invierno, Marcelo, Gago e Higuaín viajaron a Madrid desde América.
Salieron dos jugadores que habían hecho historia en el Real Madrid: Zidane y Ronaldo. También lo hicieron Soldado, Arbeloa, Jurado, Portillo, Juanfran, Gravesen, Woodgate y Julio Baptista. No todas las salidas dejaron dinero en las arcas blancas, por lo que Ramón Calderón tuvo que invertir todo el presupuesto que habían acumulado en esos refuerzos que tanto ayudaron al Real Madrid de Capello.
En la Copa del Rey debutaron contra el Écija. Empataron en el partido de ida, marcando el tanto de los locales un joven Nolito. Ya en el partido de vuelta, el Real Madrid se llevó la eliminatoria en casa, con un abultado 5-1. El sorteo deparó un enfrentamiento con el Real Betis en octavos: los verdiblancos lograron mantener su portería a cero en casa, llegando con posibilidades a la vuelta. En el segundo partido, empataron a 1, con goles de Robinho y Dani, canterano de los béticos. Fueron estos quienes se llevaron la eliminatoria y se situaron en cuartos de final.
En la Champions League tampoco les fue mucho mejor. Perdieron contra el Olympique de Lyon en la primera jornada. A partir de ahí, tres victorias seguidas dieron la clasificación a los blancos, que empataron con el OL y el Dynamo de Kyiv. Al ser segundos, en octavos de final se enfrentaron a uno de los equipos que habían finalizado primeros. El Bayern de Múnich viajó en el partido de ida a Madrid, perdiendo por la mínima. En el partido de vuelta, los alemanes ganaron 2-1, llevándose la eliminatoria gracias a los goles fuera de casa.
La liga española fue otra cosa. El FC Barcelona llegaba como vigente campeón de Europa, aunque fue incapaz de llevarse un título al que el Real Madrid se aferró a cualquier precio. Finalizaron la liga con 76 puntos, empatados con los blaugranas. Aún así, fueron los blancos quienes levantaron el trofeo por liderar los enfrentamientos entre ambos equipos (una victoria y un empate). Las remontadas contra Recre, Espanyol o Sevilla fueron los momentos de la temporada en los que se veía a ese Real Madrid con ansía de títulos.
Llegaron a la última jornada con la obligación de ganar al Mallorca, aunque estos se adelantaron con un gol de Varela. Los baleares habían viajado a Madrid sabiendo que podían definir la carrera por el título, así que salieron con todo. Aún así, no pudieron parar a un José Antonio Reyes que empató el partido en el 68. Le siguió Diarra en el 80, dando la victoria y la liga al Real Madrid, aunque el jugador de Utrera confirmó esto poniendo el tercero en el marcador en el minuto 83.
