En su primera temporada en el Sevilla ha tenido una gran influencia en el juego de los de Lopetegui
Joan Jordán es el equilibrio hecho jugador. Sin acaparar demasiados focos, ha sido clave durante toda la temporada en el centro del campo, pero más aun lo ha sido en la recta final de esta; donde se han cumplido los objetivos de la clasificación a Champions y la consecución de la sexta Europa League. Siempre hablamos de la magia de Banega y de la capacidad de robar balones que tiene Fernando, pero el trabajo en las ayudas defensivas y las llegadas ofensivas del catalán le han hecho un jugador muy importante para Lopetegui.
Temporada
Llegó hace un año, desde el Eibar y por 14 millones de euros. Es el típico fichaje que gusta en Nervión. Jugador que lo hace bien en un equipo menor y que tiene hambre de mejorar y de ganar, que es lo que se quiere en el Sevilla. Él, declaraba que tenía muchas ofertas, sobretodo de la Premier, pero que jugar en el Sánchez Pizjuán era lo que más le motivaba y lo que mejor le venía para seguir dando pasos ene su carrera. Ha jugado un total de 47 partidos, en los que ha metido 2 goles y ha dado 3 asistencias.
Empezó como un tiro. Fue el mejor jugador de la plantilla en el primer tramo, demostrando sus mejores cualidades; el golpeo y la llegada. Le dio 6 puntos al Sevilla: 3 en Mendizorroza con una majestual falta directa y otros 3 en Los Cármenes, en un contra-ataque llevado por él mismo. Con el paso de las jornadas, Joan Jordán fue alternando el puesto con Óliver Torres y, cuando el equipo se estaba cayendo, por enero y febrero, era uno de los que más se le notaba que no estaba al 100%.
Llegó la vuelta después del parón y, como casi todo el equipo, mostró su mejor versión. Es cierto que con otro rol, más cerca del pivote, pero siendo clave por el equilibrio y el dinamismo que le aportaba al Sevilla. De hecho, hubo gente que lo pidió para la selección española en la última convocatoria de Luis Enrique.