Hoy hablamos de John Guidetti, jugador al que le esperaba una vida a nivel futbolístico llena de éxitos, pero que con el paso del tiempo, a causa de varios factores, se fue torciendo
El delantero sueco, estuvo llamado a convertirse en una de las estrellas del fútbol mundial del mañana, pero a causa de alguna que otra lesión y algo más que mala suerte, su futuro se fue oscureciendo cada vez más, hasta llegar al punto de quedar en el olvido en el Deportivo Alavés, desapareciendo así de los planes de la entidad vasca y por supuesto, perdiendo un puesto en 11, que hasta aquel entonces había sido más que suyo.
El tren pasa una vez
El gerente del Manchester City en aquel entonces, Sven-Göran Eriksson, descubrió el talento del joven sueco, y sin pensárselo dos veces, apostó por su fichaje. Su primera temporada con los Sky Blues, fue más que notable, viendo puerta con el juvenil del equipo celeste en 13 ocasiones.
Con 18 años recién cumplidos, tanto el agente del futbolista como el propio club, pensaron que lo mejor para el futbolista sería buscarle una salida, para así empezar a disfrutar de más oportunidades, que le hiciesen volver a Manchester con la intención de hacerse con un sitio en la plantilla del primer equipo.
Después de pasar por el Brommapojkarna sueco, regresó a Manchester, donde esta vez si, el 22 de septiembre de 2010, debutó en la Copa de la Liga, repartiendo la que sería la única asistencia del encuentro. Después de cumplir el sueño de debutar con los Sky blues, el sueco salió cedido al Burnley, Stoke City y Feyenoord entre otros, hasta finamente llegar a parar al Celtic, donde esta vez si, tendría la fortuna que hasta aquel entonces no había tenido.
La reivindicación de Glasgow
Años con más sombras que luces por tierras inglesas, finalizaron con la cesión del de Estocolmo al equipo escocés. Sin duda alguna, fue el Celtic Park el lugar donde vivió algunas de las mejores noches de su carrera, pudiendo levantar en esa misma temporada tanto la Copa de la Liga como la propia Liga Escocesa, además de disputar con los blanquiverdes también, la Europa League.
El celeste se convirtió en dorado
Fueron grandes años los vividos en Vigo. El delantero sueco llegaba en la 2015/16 a la ciudad gallega procedente del Manchester City. Después de un espectacular año en Glasgow, el futbolista aterrizaba en Balaídos con la etiqueta de estrella puesta. Sin embargo el buen rendimiento de hombres como Fabián Orellana, Nolito o Iago Aspas, hicieron que el protagonismo en el campo del de Estocolmo se retrasara.
Después de una lesión del propio Nolito, el delantero tuvo la oportunidad de partir de inicio, y en ese mismo estreno como titular, mojó, sentando al que hasta ese momento había sido el acompañante de Aspas y Orellana en la parte ofensiva y convirtiéndose así en un ídolo para la afición, aportando en su estancia en Vigo un total de 22 dianas.
Una nube apagó la luz
Sin embargo, a poco a poco, la luz se fue apagando, y fue así como acabó recalando en Vitoria, donde fue cedido por una campaña, en la que se convirtió junto a Munir en uno de los favoritos para Mendizorrotza.
El Deportivo Alavés, a final del curso, decidió ejecutar la opción de compra por el futbolista, convirtiéndose así en el fichaje más caro de la historia de la entidad babazorra.
Lo del sueco fue pisar la capital vasca y besar el santo, pero con el paso del tiempo, su rendimiento fue bajando, hasta llegar a perder la indiscutible titularidad que hasta aquel entonces había tenido.
Actualmente, a sus 28 años, y con todavía muchos como profesional por delante, el jugador se encuentra en la rampa de salida, con un Sergio Fernández, que le busca con total urgencia un futuro lejos de Mendizorrotza, en el que poder así, volver a ser aquel que tanto dio a Glasgow, Vigo y a Vitoria.