El aumento de casos en las últimas horas ha llevado al gobierno a tomar la decisión de cerrar nuevamente los estadios escasas semanas después de su ínfima apertura parcial
La pesadilla no parece tener fin. Después de un efímero periodo en el que una pequeña parte de los aficionados pudieron volver a sentir el fútbol desde el campo, la feroz nueva irrupción que está teniendo el coronavirus en Italia volverá a dejar las gradas vacías en su totalidad. Tras los últimos datos en relación al virus (20.000 nuevos casos en los últimos dos días), el Primer Ministro italiano, Giuseppe Conte, en representación del gobierno, ha anunciado la aprobación de un decreto por el cual los partidos de categoría profesional podrán transcurrirse al aire libre, pero sin la asistencia de aficionados. Esta medida incumbe a los estadios de la Serie A, así como a sus tres divisiones inferiores.
De esta manera, se pone fin a la medida aprobada en septiembre, la cual permitía un aforo máximo de 1.000 espectadores en los campos. Un pequeño paso que llegó con la nueva temporada, con la mirada puesta hacia el optimismo. No obstante, la nueva oleada de casos que está azotando a varios países en el mundo tampoco ha tenido piedad con el país de la bota.
Esta nueva medida de seguridad será aplicada desde mañana, lunes, hasta dentro de como poco, un mes, en función de cómo transcurra la situación.
Una pésima noticia más a la que estamos teniéndonos que enfrentar no sólo ya en las últimas horas, sino en los últimos meses. Esta vez, tal y como estamos viendo, ni tan siquiera el fútbol está saliendo inmune. Al margen del deporte, las medidas restrictivas afectarán a otros establecimientos públicos. Entre ellos, los bares y restaurante, que tendrán fijado en las 18:00h. como el límite máximo en el que permanecer abiertos. Además, se prevé el cierre de gimnasios, piscinas, centros sociales y culturales, entre otros.