El conjunto dirigido por Paco López no ha empezado LaLiga de la mejor manera posible
Acumulando tan solo 8 puntos de 30 posibles, el cuadro de Orriols se sitúa penúltimo a 2 puntos de la permanencia. Aun así, esto no refleja el fútbol y las sensaciones que está transmitiendo.
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El calendario con el que contaba el combinado granota en los cinco primeros partidos de competición era de lo más complicado de la categoría, teniendo en cuenta que ya se ha enfrentado a gigantes como Real Madrid y Sevilla. Además, también ha jugado contra equipos que lucharán por la zona noble de la tabla, como Valencia, Athletic y Osasuna. Después de esto, vendrían cinco equipos que en teoría eran más asequibles, pero donde no se cosecharon los resultados esperados.
Los tres siguientes encuentros contra Celta, Granada y Alavés dejaron muy mal sabor de boca, tras empatar después de ser claramente superiores. Contra el Celta se le anuló el gol de la victoria a Dani Gómez en una acción muy polémica. Una jugada en el descuento y con una interpretación arbitral que deja mucho que desear. Hubo un supuesto fuera de juego posicional de Roger Martí que, según el colegiado del encuentro, obstaculizaba la visión del cancerbero celtista. Cosa completamente inverosímil, ya que ni Rui Silva se quejó ni Roger estaba en la trayectoria del balón.
A raíz de estos resultados se ha notado una evidente bajada de rendimiento en el equipo, ya que en las disputas contra Elche y Valladolid el equipo no fue superior a sus rivales. El conjunto levantinista ya no elabora los ataques como antes, puesto que está más centrado en ser práctico y salir de esta situación cuanto antes que de mostrar un buen juego combinativo. Un dato curioso de estos empates es que, el Levante es el tercer equipo en la historia de LaLiga que empata con el mismo resultado cinco partidos seguidos.
Aspectos a mejorar
Futbolísticamente hablando, el cuadro de Orriols está desplegando un juego muy atractivo, de los más vistosos de la competición, pero no acaba de dar con la tecla para materializar los buenos resultados. Es cierto que el elenco de SuperLópez tiene jugadores de mucho nivel como para dar un golpe encima de la mesa y salvarse cómodamente, pero de momento, si se quiere aspirar a objetivos más exigentes, hay una serie de matices que se deben corregir. Entre una defensa endeble, la necesidad de un tercer delantero, la falta de acierto de cara a portería, un juego irregular y alguna que otra polémica arbitral… Estas son las cosas que llevan a un equipo a segunda división, así que si no se corrigen ya, llegará un momento que sea tarde.
El Levante se ha quedado tres jornadas sin marcar y aquí es donde empiezan los problemas. Como el conjunto granota no esté atinado de cara a puerta va a sufrir, ya que la defensa es su gran punto a mejorar. Es bien sabido por los aficionados levantinistas que, si no se marca, es muy difícil puntuar.
Aitor fue el portero que más paradas hizo la pasada campaña, 158, y aun así se recibieron 53 goles. Además, el conjunto valenciano fue el equipo que más disparos concedió, 578. Esto habla de que el gran problema del equipo es la zaga, y sería indispensable reforzar esa zona para así poder aspirar a cuotas más ambiciosas.
Finalmente, con la salida de Borja Mayoral a la Roma, se ha generado un hueco en la delantera del Levante. El curso pasado, como había 3 delanteros titulares para 2 puestos, se turnaban. En cambio, este año hace falta un tercer delantero que esté al nivel de Morales y Roger, y pueda aportar lo que hacía Mayoral. Al no haber fichado, Paco López está apostando por Sergio León, aunque con nulos resultados.
Tras tres años salvando la categoría con jornadas de antelación y con los jugadores que tiene, el conjunto de Paco López puede y debe permitirse soñar con objetivos más exigentes. Así que, Levante, es hora de reaccionar.
