Los Timberwolves buscarán confeccionar su proyecto de futuro en otro año que les será complicado llegar a luchar por los play-off
La temporada 19/20 no fue nada buena para los Minnesota Timberwolves. En Mayo de 2019 llegó Gerson Rosas como presidente de operaciones de la franquicia del Oeste. Esto supuso un cambio de mentalidad y estilo en el equipo, pero un cúmulo de malas decisiones en el mercado hizo estragos.
19 victorias en los 64 partidos que disputaron hasta el parón por el coronavirus, dejaron muy malas sensaciones y una temporada para olvidar. La peor marca desde la 14/15 de una franquicia que no se ha clasificado para los play-offs desde que lo hiciera en la temporada 2017/2018.
Este año tras un mercado movido y con varios cambios, parece que el equipo de Minnesota podrá dar más guerra y ser mas competitivo.
Análisis de la plantilla
Como habituamos en la NBA el carrusel en el mercado de antes de comenzar ha sido evidente. En en el conjunto de los ‘lobos’ esto también ha sido una realidad y con 7 altas y 6 bajas han renovado la plantilla considerablemente. Han dejado el equipo Jacob Evans (NYK), James Johnson (DAL), Kelan Martin (IND), Jordan McLaughlin, Omari Spellman (NYK) y Evan Turner.
Unos Timberwolves que vuelven a apostar por el futuro con mucho jugador joven del que se espera que poco a poco vayan dando calidad a la plantilla. Entre esos fichajes destaca Ricky Rubio que junto con D’Angelo Russell pueden darle mucho juego a los ‘wolves’ siendo titulares los dos. Cerrando la posición de base, en la rotación estará Ashton Hagans, drafteado esta temporada
Otro de los destacables, será sin duda el número uno del draft Anthony Edwards. El chaval de 19 años verá cómo evoluciona su participación dependiendo de los minutos que ocupe Russell en tal posición.
Llegan también Rondae Hollis-Jefferson con mas experiencia y Jaden McDaniels para debutar, cubriendo las posiciones de alero y ala-pívot respectivamente. Cerrando el equipo y para acompañar a la estrella Karl-Anthony Towns llegan el veterano Ed Davis y otro joven como es Tyler Cook junto con Naz Reid, que ya jugó el año pasado con los lobos. Tres jugadores, que tendrán menos protagonismo pero que podrán aportar algo en la rotación.
Karl-Anthony Towns la base del proyecto
Sin duda la gran estrella del equipo desde que llegase hace cinco años. Desde que aterrizó en Minnesota se ha buscado crear un proyecto ganador entorno a el. En la posición de pívot, es uno de los mejores interiores de la liga.
Con dos participaciones All-Star el estadounidense tendrá que demostrar que las críticas hacía su persona no son correctas. Un portento físico que dispone de un gran repertorio ofensivo y no tiene una mala capacidad defensiva.
Este año a parte de volver a ser la estrella sobre la que están puestos todos los focos, tendrá que lidiar con su estado mental. Y es que la pandemia que vivimos se ha cebado con el entorno familiar del jugador que admitía ante los medios no estar pasando por sus mejores momentos: “Nunca he estado en un buen estado mental desde que esa mujer fue al hospital”. Palabras sobre el reciente fallecimiento de su madre a causa del Covid-19.
Por ello habrá que ver la capacidad mental de Towns para rehacerse de estos duros momentos. Sin duda en caso de desplegar su mejor juego, puede ser una pieza clave en la temporada.
Previsible quinteto inicial
En la posición de base estará probablemente Ricky Rubio en su vuelta a casa. En un equipo donde carece la veteranía podría ejercer este rol organizando el equipo. Posición que se podría colar D’Angelo Rusell en la que es su posición mas natural.
De escolta parece que jugará acompañando a Ricky el ya mencionado D’Angelo Rusell. All-Star hace dos años con los Nets buscará volver a ser importante en está plantilla mas reforzada. Con un gran juego en pick and roll y un buen tiro de tres. Defensivamente muestra carencias que se las tendrán que cubrir sus compañeros.
En el alero está Josh Okogie. El último descubrimiento de Tom Thibodeau cuando se fue Jimmy Butler. Un jugador completo con buen manejo de balón que deberá aprovechar los huecos que le dejen sus compañeros en el perímetro. Además será un buen jugador para tapar los agujeros defensivos de las estrellas.
El ala-pívot será probablemente Juancho Hernangómez. El Español será importante en el rebote, a parte de aprovechar el triple y ayudar en defensa al igual que Okogie. Después de disfrutar de pocos minutos en Denver tendrá tiempo de poder ser un jugador importante.
Por último, indudablemente esta Karl-Anthony Towns. Como ya hemos dicho, cantidad de recursos atacantes y una gran potencia física. Además a falta de un suplente de garantías tendrá una gran participación durante la temporada, probablemente por encima de los 35 minutos.
Una temporada con miradas al futuro
Habrá que ver las aspiraciones de los Minnesota Timberwolves en una temporada más corta de lo habitual una temporada más por el covid-19. Un año que vuelve a cambiar el sistema de clasificación a play-offs en el que volverá a haber play in.
Hay que destacar que con tanto jugador joven, es un proyecto de futuro. Por ello los objetivos de la temporada, no parecen ir mucho mas lejos de hacer un equipo competitivo de cara a años próximos.
La plantilla se queda corta, para una conferencia Oeste que tiene un nivel cada vez mayor. Es verdad, que está temporada hasta el décimo hay posibilidades de entrar al play-off gracias al play-in, pero para soñar con esas posiciones habrá que ver a un estelar Russell y una explosión meteórica de Okogie y Juancho.
Por lo tanto, no parece que este vaya a ser un equipo que pueda aspirar por las rondas finales. Aun así habrá que ir viendo como rinden los jugadores, y sobre todo si el equipo puede tener potencial de cara al futuro.
Los escasos logro se fueron con Kevin Garnett
Los Minnesota Timberwolves llegaron a la NBA en 1987 pero no debutaron hasta 1989. Con cerca del 40% de victorias es el equipo con peor porcentaje de la NBA. Una franquicia con solo 9 participaciones de play-off en 31 temporadas, reduce su poco éxito en la NBA a los años que estuvo Kevin Garnett.
En el draft de 1995 los Timberwolves seleccionaron al que terminaría siendo el jugador mas importante del club hasta hoy en día, Kevin Garnett. Esa primera campaña no fue mucho mejor que las anteriores, pero ya en el 1997 consiguieron clasificarse para los play-off por primera vez en su historia.
Para aquel entonces Garnett ya era una estrella y junto con Stephon Marbury consiguió la primera temporada en positivo (45-37) de la franquicia. Las buenas temporadas siguieron en Minnesota clasificándose también a play-offs en las próximas 6 temporadas. Ya en la 03/04 quedaron primeros en la Conferencia Oeste (58-24) y superaron la Primera Ronda por primera vez hasta llegar a las finales de la Conferencia en la que perdieron ante los Lakers de Kobe y Shaq.
A pesar de esta mejoría, todo se complicó en las temporadas venideras hasta que Garnett se acabo marchando rumbo Celtics en busca de un anillo. A cambio Minnesota recibió a Al Jefferson que fue en ese periodo de transición el jugador franquicia. Sumado a este en 2008 llegó Kevin Love, pero entre los dos dada su juventud no lograron hacer un equipo competitivo, quedándose en torno a 20 victorias en varias temporadas.
A partir de la temporada 14/15 el equipo fue a mejor, llegando casi a las 30 victorias en 2 temporadas, y clasificándose en la temporada 17/18 a los play-offs. Sin embargo, volvieron a perder en primera ronda, y el proyecto que se intento crear con Wiggins de estrella nunca llegó a tener éxito. Por ello, una época más, habrá que ver si un nuevo intento de resurgimiento de los Minnesota Timberwolves hace efecto, que se vuelve a centrar en la juventud y en la esperanza de su explosión.
