El Celta de Vigo ha conseguido remontar el vuelo tras un inicio de temporada turbulento gracias, sobre todo, al cambio de entrenador
El RC Celta de Vigo acabó la temporada pasada contra las cuerdas. Hasta el último minuto del último partido de liga no se confirmó la permanencia del conjunto gallego en Primera División. Pese a ello, la dirección deportiva decidió seguir confiando en Óscar García, aun sabiendo que no conseguía dar con la tecla. Y pasó lo que todos esperaban: el Celta de Óscar empezó la temporada con más sombras que luces y creando una sensación de preocupación en todo aficionado vigués. El Celta volvía a estar en descenso, y la figura del técnico catalán en entredicho.
Es así como, tras un inicio muy complicado, se decide echar a Óscar, y su recambio sería Eduardo Coudet, el cual tendría y tiene la responsabilidad de devolver al Celta allí donde merece, la zona alta de la tabla. En su primer partido tendría una difícil papeleta, y es que se enfrentaba a el Sevilla. A pesar de ello, plantaron cara y llegaron a ponerse 1-2 a favor del conjunto de Galicia, aunque el resultado final fue de 4-2. Sin embargo, desde este partido, el Celta de Coudet encadena dos victorias seguidas ante dos rivales muy duros: el Granada y el Athletic Club. Pero, ¿a qué se debe este tardío despertar?
Efectividad de cara a puerta
El primer paso para ganar partidos es ser efectivos de cara a puerta. Hasta el último partido de Óscar García, el Celta no había anotado más que seis goles en nueve partidos, teniendo un ratio de 0,66 goles por partido. Sin embargo, con Coudet, ya han superado esta cifra, y es que en tres partidos han visto puerta en siete ocasiones, aumentando el ratio a 2,33 goles por partido. De este cambio hay un claro responsable, y ese no es otro que Iago Aspas. El de Moaña, una vez más, esta siendo clave para mantener a su equipo con vida. Es, sin ninguna duda, uno de los delanteros españoles más en forma del momento, ya que acumula un total de seis goles en la presente campaña.
Sin embargo, lo que es fundamental para entender este momento que vive el Celta de cara a puerta es la distribución táctica del técnico argentino. Coudet ha encontrado un once prototipo, y no lo ha cambiado en ninguno de los partidos. De este once, hay que destacar la creatividad de los hombre del centro del campo. Aquí vemos una línea de tres media puntas de vocación ofensiva como son Nolito, Denis y Brais Méndez, tres jugadores que se encargan de darle movilidad al juego y de filtrar balones a los dos delanteros, Santi Mina y Aspas.
Tapia, por otra parte, se ha convertido en un jugador muy importante, y es que es el encargado de sostener al equipo en ataque y en defensa. Es el clásico centrocampista ancla que se encarga de barrer todo lo que pase por sus alrededor. A pesar de su poderío físico, cuenta con la implicación en defensa de los hombres que están por delante suya. El partido frente al Athletic, vimos como el peruano hizo un marcaje al hombre a Muniain, el cual desapareció por completo del partido debido al gran partido de Tapia.
Análisis detallado de los rivales y las situaciones del partido
Una gran diferencia entre Coudet y Óscar es que el argentino sí sabe adaptar el juego del equipo a cada contexto del partido. En el partido frente al Athletic decidió replegarse atrás en la primera parte, para en la segunda salir a presionar arriba. El resultado no podía ser mejor, y es que fruto de esa presión llegaron los dos goles del Celta. Da la sensación de que Coudet sabe aprovechar al máximo las condiciones de todos sus jugadores, y sabe hacer que estos se impliquen en defensa y en ataque, pese a una clara vocación ofensiva de gran parte de sus hombres.
Sin embargo, lo que queda claro es que el Celta de Vigo está de vuelta. Con Coudet parecen un equipo totalmente distinto y seguro que van a dar guerra hasta final de temporada.