Keke y Nico Rosberg son la única dupla de padre e hijo que ha conseguido alzar un campeonato de F1 en toda su historia
La F1 es una gran competición de ámbito internacional, la máxima categoría automovilística de las cuatro ruedas y posiblemente la competición de motor más vista de la historia. En ella abarcan grandes historias recordadas con mucho cariño por sus aficionados.
A lo largo de los años, la competición se ha hecho más grande y más grande, hasta convertirse en “El Gran Circo”. Cuando nació la F1 también nacieron sus primeros prodigios, que acabarían por ser los primeros ídolos de muchos jóvenes que deseaban poder conseguir lo que sus ídolos consiguieron.
Una de las historias de la F1 es la dinastía de los Rosberg, los cuales no van a ser recordados solamente por sus aptitudes al volante ni por sus victorias, sino que también lo serán por haber sido la primera (y por ahora única) dupla de padre e hijo que ha conseguido un campeonato de la F1. Keke Rosberg, padre de Nico, lo consiguió en 1982 tras vencer a varios pilotos históricos como Alain Prost o Nikki Lauda. Nico Rosberg, por su parte, lo consiguió en 2016 tras un épico duelo con el piloto británico Lewis Hamilton. En este artículo repasamos el palmarés y la historia de padre e hijo para comprender como este fenómeno pudo hacerse realidad.
Keke Rosberg
Keke Rosberg estuvo vinculado con la F1 desde 1978 hasta 1986, año de su retirada. Debutó con el equipo Theodore en el GP de Suráfrica. El piloto finés consiguió el mayor éxito de su carrera en 1982, ganando el Mundial de la mano de Williams y con el dorsal número 6 en su coche.
En aquel Mundial consiguió 1 victoria, 6 podios y una única pole position, que le bastaron para ser campeón con 44 puntos, 5 más que el subcampeón Didier Pironi. Si bien es cierto que la victoria en el Mundial de Keke Rosberg se debe sobre todo al accidente de Pironi en el GP de Gran Bretaña que lo dejó fuera el resto de la temporada, el padre de Nico demostró su valía en posteriores campañas, en especial la de 1985, al quedar tercero de la general.
El palmarés total de Keke se resume en 5 victorias, 17 podios, 5 poles, 3 vueltas rápidas y un título de campeón. No son unos números muy imponentes para tratarse de un campeón del mundo, pero si buenos números para un piloto que disputó apenas 128 Grandes Premios y que estuvo menos de una década al volante de un Fórmula 1.
Nico Rosberg
Nico tiene un mejor palmarés general que su padre. El piloto alemán cuenta con 23 victorias, 57 podios, 30 poles y 20 vueltas rápidas en 206 grandes premios. Sin embargo, también tiene un sólo título Mundial.
Rosberg vino a la F1 de la mano de Williams, equipo con el que su padre fue campeón. El alemán consiguió un podio con la escudería británica, pero las carencias del coche hicieron que se fuera a Mercedes, equipo con el que luego haría historia. En la escudería alemana, los resultados fueron a mejor, consiguió tres podios en su primer año y en 2012 llegaría su primera victoria.
Pero el verdadero salto no llegaría hasta 2014, con la entrada de los nuevos motores. En ese año, Rosberg consiguió 5 victorias y 15 podios, aunque no pudo alcanzar el título de campeón. En 2015 repetiría sus 15 podios, esta vez con 6 victorias, pero de nuevo fue subcampeón. Tocaría la gloria en 2016 en uno de los Mundiales más apasionantes de la F1 y con la cumbre de su duelo con Hamilton como protagonista. Anunció su retirada pocos días después de lograr el Mundial, cosa que dejó atónitos a todos los fans del automovilismo.
Una gesta inédita
Que los Rosberg hayan sido la única dupla padre e hijo que hayan conseguido un Mundial de la F1 no significa que hayan sido la única dupla padre e hijo que lo hayan intentado. En la F1 ha habido muchos casos de hijos que han seguido los pasos de sus padres y han intentado hacerse un hueco en la parrilla. La F1 ha visto pasar a los Andretti, a los Fittipaldi, a los Hill y a los Piquet, entre otros, y ahora cuenta con los Verstappen y, a partir de la siguiente temporada, con los Schumacher. En estas familias las cuales la gasolina corre por sus venas, hay padres que han triunfado más que sus hijos y viceversa, pero los Rosberg son los que han tenido un éxito más equitativo.
En 2016, Nico Rosberg consiguió que se cumpliera la gesta que fuera empezada por su padre más de 30 años atrás. Fue el año en el que se convirtió en campeón del mundo. Se deshizo de cualquier presión que pudiera generarle su apellido y logró aquello que tanto había soñado y lo que para tanto se había esforzado. De este modo, se cumplió una gesta inédita, nunca antes habíamos tenido una dupla padre e hijo campeones del mundo en la F1, nunca se había visto una familia con tanto talento repartido.
Este suceso solo se ha producido una vez, la familia Rosberg es la privilegia de poder decir que dos miembros de la familia cuentan con tan gran honor en sus respectivos palmareses. Pero que una gesta así se haya producido una vez no significa que no pueda repetirse, y con alguien apellidado Schumacher en la parrilla, quién sabe.