El futbolista catalán no está contando con muchos minutos, no obstante no pierde la fe y quiere hacer historia en el club de sus amores
Riqui Puig llegó a la Masía con 14 años y desde ese momento hasta ahora ha defendido los colores azulgranas con mucho orgullo.
Todos los aficionados culés tienen muchas esperanzas en él ya que su forma de jugar recuerda mucho, al probablemente, mejor mediocampista del Barcelona y de la selección española, Xavi Hernández. Esto se ve reflejado en su visión de juego y en los pases que filtra. También tiene lo que se conoce como ADN Barça, un factor muy importante en territorio culé y que poco a poco se está perdiendo.
Está siendo un año complicado para el joven catalán pues el entrenador neerlandés no está contando con él y le está brindando pocas oportunidades. Tan solo ha participado en 10 ocasiones esta campaña, contando todas las competiciones. De hecho, únicamente en 1 partido ha sido titular y fue en los dieciseisavos de final de la copa del rey ante el Cornellá, donde a la media parte fue sustituido.
Sin embargo todo esto ya fue avisado previamente por Koeman. El entrenador habló con Riqui y con otros jóvenes compañeros para comentarles que no contaba con ellos respecto a esta temporada, y les recomendó salir cedidos a otros clubes. A diferencia de los demás, el joven mediocampista decidió quedarse en la capital catalana y aprovechar todas las oportunidades que le diera el míster.
El pasado sábado el Barça se enfrentó al Elche. Llegados al minuto 87, y con el marcador de 0-1 para los azulgranas, Koeman decidió darle unos minutos al menudo canterano culé. Este los aprovechó al máximo, ya que tras 2 minutos en el césped anotó de cabeza tras el maravilloso centro de Frenkie de Jong para asegurar los 3 puntos.
Una cosa que llamó la atención no fue la efusividad del jugador al marcar el gol, sino la de sus compañeros. Estos celebraron muy contentos el tanto del catalán reflejando la buena relación que mantienen con este.