¡Qué grande es ser pequeño! Esta frase ha sido acogida por el Levante como un lema del club y la plantilla la lleva por bandera, un lema que implica una manera de entender el fútbol desde la humildad y el compañerismo
En esta ocasión es el Levante UD el que nos abre sus puertas para que podamos conocer cómo es la familia granota desde dentro. Un club que vive una de las mejores épocas de su centenaria historia. Mucha culpa de sus éxitos deportivos la tiene la manera en que el club concibe el fútbol y el trabajo diario, convirtiendo a plantilla, trabajadores del club y aficionados en una gran familia.
Cuando el presupuesto no da para competir con los colosos de la categoría, deben ser los valores y el sacrificio los que equilibren la balanza. El Levante lo tiene claro. Sus posibilidades de éxito pasan por la unidad, el compañerismo y ser una gran familia, tanto dentro como fuera del campo.
Los futbolistas levantinistas Coke Andújar y Aitor Fernández nos explican cómo viven ellos el sentir granota. Ambos coinciden que el punto fuerte y lo que hace grande al club es la unión que tienen en el Levante. Una sensación de ser una gran familia. Que ayuda a sacar el máximo de cada uno y a saber sacrificarse por los compañeros.
Tanto Aitor Fernández como Coke Andújar ponen como ejemplo de la importancia de la unidad y el compañerismo el partido Girona – Levante de la temporada 18/19, en el que ambos equipos se jugaban la permanencia en la jornada 37.
El encuentro empezó fatal para los granotas, con lesiones de Toño y Rober Pier nada más empezar, y gol en contra. En estas circunstancias es donde se ve cuándo un equipo es una verdadera familia y está comprometido con los suyos. Cuando muchos hubiesen bajado los brazos, el Levante fue capaz de recomponerse y remontar el partido con los goles de Morales y Bardhi, asistencia de Coke Andújar incluida.
Emilio Nadal, Director de Patrimonio Histórico, nos cuenta que él y otros muchos trabajadores del club, acudieron al aeropuerto. Y que además, junto a los aficionados del Levante recibieron al equipo tras la victoria en Girona que significaba la permanencia. En gestos como estos se ve la grandeza de la gran familia levantinista.
Sin este plus que aporta el compañerismo, el Levante no hubiese podido conseguir todos los logros deportivos de estos últimos años. Ahí está la grandeza de un club humilde como el Levante, una de las apuestas de la liga.