El delantero centro francés firma con el club italiano por las dos próximas temporadas
Aunque se trataba de un secreto a voces, después de varias semanas de rumores, el AC Milan ha anunciado en el día de hoy de manera oficial el fichaje de Olivier Giroud. El jugador francés aterriza en la ciudad lombarda procedente del Chelsea a cambio de un millón de euros más otro opcional. El jugador firma, de este modo, con el siete veces campeón de Europa por las siguientes dos temporadas.
Un socio para “el rey”
De este modo, el equipo dirigido por Stefano Pioli se asegura la presencia de un delantero de dilatada experiencia en el viejo continente, capaz de sustituir a un Zlatan Ibrahimovic muy castigado por las lesiones en los últimos meses.
Sin duda, una tarea pendiente y muy marcada en la agenda del equipo rossonero al inicio del verano, tras la marcha de Mandzukic. No en vano, si quieren confirmar el resurgir del Milan, y demostrar que su vuelta a la Champions no es flor de un día, deberán confeccionar un equipo acorde a las aspiraciones, y sobreponerse al duro golpe de haber perdido a Gianluigi Donnarumma a coste cero, uno de los hombres más importantes del proyecto.
Teniendo en cuenta todos estos requisitos, el de Giroud se perfila como el fichaje idóneo en cuanto a calidad-precio. A punto de cumplir 35 años, aterriza en San Siro como vigente campeón de la UEFA Champions League. Eso sí, tampoco puede decirse que tuvo un papel protagonista. De hecho, la escasa confianza de Tuchel es uno de los factores que le han llevado a probar suerte por primera vez en su carrera en la Serie A.
A pesar de sus pocos minutos, en la pasada campaña dejó la firma de once goles en 31 partidos oficiales, siendo seis de esas dianas en la máxima competición continental. Cifra que, en el caso de que consiga igualar, contribuirá enormemente a que su actual equipo consiga el objetivo principal de volver a unas eliminatorias del que no hace mucho fue su torneo fetiche.
Un delantero en peligro de extinción
En cuanto a su valoración más táctica, podríamos decir que la llegada del atacante francés es altamente positiva para el cuadro rossonero. Tal y como vimos de primera mano en el Mundial de 2018, se trata de una clase de delantero muy difícil de encontrar en el fútbol moderno. En ocasiones alejado del gol, y por ello criticado, es un nueve muy sacrificado en favor de su equipo, capaz de cumplir tareas no muy vistosas para el espectador, pero muy agradecidas por sus compañeros, los cuales se sienten mucho más liberados en campo rival gracias a su buen papel a la hora de marcar a sus oponentes. Por lo tanto, cualquier mediapunta podría incrementar notoriamente sus números con él en el campo.
El jugador aterrizó el jueves en la ciudad, y hoy mismo ha pasado el reconocimiento médico antes de formalizar su fichaje por el AC Milan.