El conjunto pepinero empezó la temporada de la peor forma posible al perder el primer partido contra un recién ascendido
Sobre el papel, el Lega es uno de los equipos más potentes de la categoría de plata. De hecho, según Transfermarkt, la plantilla pepinera es la tercera más valiosa de la liga, solo por detrás de Valladolid y Almería. Sin embargo, los nombres no ganan partidos y el Leganés volvió a experimentar la sensación de verse superado ante un equipo con menos cartel pero mucho más juego.
El estreno liguero se convirtió en una derrota ante la Real Sociedad B. Parece mentira que hace poco más de dos años este conjunto le ganó en Butarque al primer equipo txuri-urdin. Ahora pierde contra su filial. Un filial muy trabajado que lleva el sello de Xabi Alonso y que dará más de una sorpresa esta temporada.
Pero no hay excusa. Por muy buen filial que sea, es un recién ascendido y el Leganés se vio superado desde el primer minuto hasta el último. Mejores jugadores, sí, pero con un planteamiento muy conservador y muy defensivo para jugar contra un equipo que hizo lo que quiso. Es necesario quitarse el traje de equipo modesto porque este Leganés no lo es. La plantilla es para estar arriba y Garitano debe exprimirla al máximo.
Los fichajes no jugaron de inicio y algunos no pudieron siquiera tener minutos, véase el caso de Bárcenas, Borja Garcés o Iván Villar. Es una de las esperanzas a las que se aferra el pepinero, que aún espera a ver cómo rinden los nuevos hombres de Garitano. En su lugar jugaron otros que volvieron a decepcionar una vez más. Casos como Eraso o Sabin. El primero completamente desaparecido en combate y el segundo mandando a las nubes las dos mejores ocasiones del Leganés.
Si hay algo positivo que sacar del partido de ayer fue el partido de Naim García. El recién ascendido del Juvenil A fue el mejor del equipo. Atrevido, con descaro y con ganas. Tiró mil y una paredes y otros tantos desmarques para intentar romper líneas. Acabó desfondado pero aprobó su primer examen con nota. El Lega tiene a un gran aliado de 19 años y Garitano confía en él.
El siguiente partido es contra el Burgos, otro recién ascendido. Un Butarque con público será el juez de un equipo que debe levantarse rápido y seguir remando. Hay equipo para estar arriba, pero también hay que saber que un nombre no gana partidos, y menos en Segunda.