El alero de los Lakers, de 36 años, afronta una de sus últimas temporadas en la NBA muy bien acompañado y con pretensiones al anillo
LeBron James inicia el 19 de octubre la que va a ser su decimoctava temporada en la élite del baloncesto. El jugador de Akron ha logrado muchas de las mayores hazañas que se recuerden en el baloncesto, ha triunfado ahí donde ha ido: Cleveland, Miami, Los Angeles. Y ya era toda una promesa cuando jugaba en Ohio.
Pero el tiempo pasa para todos. Este año LeBron cumple 37 años, edad con la que muchos jugadores ya deciden retirarse o, al menos, ya no son tan competitivos.
Sin embargo, los Lakers han armado un equipo muy poderoso con jugadores veteranos pero muy contrastados, la última incorporación de la plantilla es, ni más ni menos, un MVP como Russell Westbrook. Estas incorporaciones han convertido la narrativa de la temporada de los Lakers en una batalla entre LeBron y el tiempo, entre James y la biología.
Objetivo: El anillo
No es ningún secreto que los angelinos no se conforman con otra cosa que no sea el ansiado trofeo Larry O’Brien. La eliminación ante los Phoenix Suns en la primera ronda de los play-off no gustó nada y este verano se han reforzado notablemente.
El equipo de Frank Vogel ya fue campeón en 2020, en la peculiar temporada de “La Burbuja” que se disputó en Orlando. En el pasado curso, los de LeBron eran los grandes favoritos a revalidar el título, logrando así un back-to-back, pero decepcionaron mucho al quedar séptimos en temporada regular.
Si a un equipo que cuenta con jugadores que ya saben lo que es ganar el anillo le sumas jugadores con gran talento y que ansían el anillo que no pudieron ganar con sus equipos anteriores, solo se le puede pedir que lo gane todo. Esta plantilla es muy especial para sus integrantes, algunos buscan su primer título, otros el segundo y LeBron… el quinto.
La guinda a su carrera
James es uno de los jugadores más exitosos de la NBA. A parte de ser el jugador en activo con más títulos, LeBron ha sido cuatro veces nombrado MVP de la liga en temporada regular, y de las cuatro Finales que ha ganado, ha sido honorado con el galardón del MVP en todas ellas.
Sin embargo, al de Akron se le han recriminado varias cosas a lo largo de su extensa carrera. Una de las espinas que tiene clavadas es su balance ganador en las Finales. Pese a que ha ganado cuatro, ha perdido seis, y eso es algo que se le suele achacar mucho en redes sociales o en tertulias deportivas.
Con una nueva victoria, no sólo extendería aún más su leyenda, sino que ayudaría a mejorar ese balance negativo que tiene en la gran cita de la NBA. Pese a las finales perdidas, ganar de nuevo le supondría haber triunfado en sus dos últimas apariciones en la Gran Serie. Eso no va hacer que tenga más títulos de finales pasadas pero por supuesto le supondría tener un recuerdo mucho mas agradable de ellas en los últimos compases de su dilatada trayectoria.
El quinto anillo lo desmarca de grandes jugadores como Shaquille O’Neal o Manu Ginobilli, que ganaron 4 anillos, y le acercaría a la marca de Michael Jordan, con quién se le compara mucho. Pero lo más valioso sería lograr la gesta de ser campeón a tan avanzada edad para ser deportista de élite.
Quiere un hueco entre los más grandes
Mientras muchos jugadores ya están retirados a los 37, LeBron quiere demostrar no sólo que puede seguir jugando en una condición física buena, sino que quiere demostrar que puede alargar su dominio de la liga frente a una generación potente que ya muestra sus garras y su hambre de títulos, véase este año con Antetokoumpo.
Pero esta temporada, el nuevo número 6 de los Lakers sólo tiene una bala. Westbrook sólo viene por un año, Marc Gasol tiene 36 años y ya se ha retirado de la selección, y Carmelo Anthony es una incógnita. El caso es que se trata de un equipo que no lo va a volver a tener.
LeBron se la juega en un all-in este curso. Unos jugadores se irán por el espacio salarial, otros no pueden garantizar un mejor rendimiento por mucho tiempo, es por eso que todos estos factores convierten esta temporada en un último baile, una “The Last Dance” para LeBron James. ¿O no?
