El brasileño no ha empezado la temporada con buen pie, sacrificado en ocasiones por su entrenador y sin encontrar su ritmo habitual
Las cosas están cambiando en el Real Madrid. Hacía falta que cambiaran. El fútbol que proponía Zinedine Zidane, sobre todo en el momento de avasallar al rival, no gustaba a la afición ni al equipo. El club blanco siempre se ha caracterizado por ser un martillo pilón para el gol, un equipo con una vocación ofensiva más fuerte que la de ningún otro colectivo en Europa. Y para recuperar esa esencia, la solución era Carlo Ancelotti, un viejo conocido en el Santiago Bernabéu. El italiano ha comenzado de muy buena manera, líder en LaLiga, aunque con un sonado tropezón ante el Sheriff en la Champions League.
‘Carletto’ le ha devuelto la verticalidad al Madrid, esa misma que Zidane le arrebató en su última etapa. Por contra, Zizou se mostró equilibrado y sólido en defensa, pero sacrificando lo que hace a la afición madridista ir al Bernabéu cada semana. En ese equilibrio Zidane encontró en Casemiro a una pieza clave para los intereses de su Real Madrid. Si ya lo fue en su primera etapa, más aún en un esquema en el que la solidez defensiva era la base de un posterior ataque, el brasileño era intocable. Pero Ancelotti tiene planes distintos.
No encaja con la idea de ‘Carletto’
Ancelotti propone algo diferente a lo visto en los dos últimos años. Y se ha visto claramente en los primeros partidos de este Real Madrid. Con Benzema más desatado que nunca, Vinicius destapando todo su potencial, y futbolistas jóvenes y frescos como Valverde y Camavinga con intenciones de tirar la puerta abajo, este Madrid es otro mundo. Ya se han dejado ver las claves del equipo en la nueva temporada. Un juego vertiginoso, dinámico y muy volcado en el ataque (aunque esto deje desprotegida a una zaga que se está llevando todos los palos).
Y en ese esquema, por ahora, no tiene cabida Casemiro. Al pivote brasileño se le conoce de sobra. Se sabe cuál es exactamente su trabajo, el cual ha cumplido siempre a la perfección. Pero en este inicio de campaña su nivel desempeñando el trabajo de siempre se ha visto mermado, y ha generado serias dudas en la cabeza de ‘Carletto’ a la hora de establecer su once tipo. Por la baja de Toni Kroos, Valverde ha cobrado un protagonismo que ha sabido aprovechar. Acompañado en la mayoría de casos por Modric, el uruguayo parece que no cederá su plaza en la medular. La vuelta del alemán, indispuesto hasta ahora por pubalgia, podría dejar de lado a Casemiro en favor de los intereses competitivos de Ancelotti.
Pero por quien más debe preocuparse el ‘14’ madridista es por la nueva cara de este verano en Valdebebas. Eduardo Camavinga ya ha demostrado querer continuidad en su nuevo equipo, con actuaciones muy convincentes para su entrenador. El técnico blanco dice estar “encantado” con él, y asegura que puede jugar en cualquier posición del centro del campo. Así que parece que por primera vez desde que volviera del Oporto en 2015 (cesión impulsada precisamente por Ancelotti) el puesto de Casemiro corre real peligro.