El internacional brasileño se ha puesto en manos de un psicólogo para volver a ser un jugador importante en el Barcelona
Pocas personas quedan en el barco de Philippe Coutinho, pero Xavi es uno de ellos. El entrenador culé le habría manifestado al jugador que puede ser una pieza clave durante la temporada, no obstante, para que esto suceda necesita que esté al 100% tanto física como mentalmente.
Momento complicado
A pesar de contar con el apoyo de Xavi para recuperar su nivel, el brasileño no se ha asentado en el once titular. Gavi, Nico, Busquets y De Jong son inamovibles en el centro del campo, y de momento, tendrá que asumir el rol de suplente.
La presión debido a las expectativas de su fichaje por el Barça y una grave lesión en la rodilla, han hecho que la salud mental de jugador se haya visto afectada de forma tajante. En el fútbol la cabeza es uno de los factores más importantes para triunfar y saber mantenerse. Por ello el jugador culé, con el objetivo de volver a ser la estrella que era en el Liverpool, se ha puesto en manos de un profesional de la psicología
No es el primero que pasa por esta situación
La salud mental de un jugador puede se determinante para su rendimiento. Son muchos los jugadores que a lo largo de carrera han reconocido tener episodios como el de Coutinho.
Sin ir muy lejos, otro jugador de la entidad culé que pasó por algo parecido fue Andrés Iniesta. Atravesó una grave depresión que tuvo que tratar con profesionales en el año 2009. Justo un año antes de hacer historia anotando el gol que daría el primer mundial a España.
Gianluigi Buffon, uno de los mejores porteros de la historia, padeció durante años ansiedad y depresión. El portero reconoció que cuando estaba en la Juventus, en alguna ocasión antes de salir a jugar sufría ataques de pánico. Todo esto le llevó a plantearse si de verdad merecía la pena seguir siendo futbolista.
Uno de los casos más mediáticos, que dejó helado al mundo del fútbol, fue el de Robert Enke. El ex guardameta del Barcelona y Bayern de Múnich entre otros, vivió momentos muy difíciles. Los errores en el terreno de juego por la falta de confianza y la muerte de su hija de dos años sucumbieron al alemán en una enorme depresión que terminó de la peor manera. En el año 2009 Enke se suicidó tirándose a la vías del tren.