El canterano culé, que recayó ayer de su lesión en el tendón del bíceps femoral, tendrá que decidir si se opera en los próximos días
Ansu Fati está pasando por un calvario que no le está dejando de explotar lo suficiente. Las lesiones le está impidiendo demostrar esa joya mundial a la que sigue apuntando desde hace ya bastantes temporadas. Ayer, tan solo tras cinco minutos jugados de la prórroga (entró en el minuto 60 de partido) tuvo que retirarse porqué notó que se rompía de nuevo. Los fantasmas volvían a sobrevolar al delantero internacional español, se fue llorando desconsolado del terreno de juego y después de un sentido abrazo de Xavi, quién no lo podía creer.
Tras un estudio exhaustivo durante el día de hoy para comprobar el alcance de la lesión, se confirmaba el peor de los escenarios. Recaída y la posibilidad de poder volver a entrar a quirófano. Varios medios apuntan que la operación podría tener lugar en Finlandia, donde ya se trató a Sergi Roberto hace poco más de un mes por una lesión similar, en ese caso en el muslo.
Los servicios médicos del FC Barcelona recomiendan al joven futbolista que pase por quirófano y así el riesgo de volver a recaer por segunda vez sea prácticamente nulo. La decisión está en manos del jugador, él determinará cuál será el proceso que tomará para su propia recuperación. En los próximos días, con el asesoramiento del Dr. Pruna y de su familia, decidirá qué camino toma.
La opción de operarse es la menos arriesgada y, por ende, la que más se le aconseja desde el club. Eso sí, con lleva un esfuerzo extra, sobretodo a nivel físico y metal, que hay que ver si el propio Ansu está dispuesto a asumir. En el caso de elegir la cirugía, ya no volvería a pisar un césped hasta la próxima temporada y sería para recuperarse al 100% para el curso 2022/23. Algo muy duro para un jugador que volvía tras una lesión de dos meses y una anterior de casi un año.
