El conjunto de Robert Moreno tan solo ha ganado un partido fuera de casa, contra el Levante, de los once encuentros que se han disputado
Uno de los aspectos en los que más está sufriendo el Granada están siendo las salidas en Liga. A diferencia de la temporada pasada, condicionada por el Covid, las visitas a territorios enemigo han vuelto a ser un verdadero traspié para todos los equipos. El caso de los rojiblancos no es una excepción. De los once encuentros disputados en la presente campaña, solo han ganado uno, frente al Levante.
Unas estadísticas que, obviamente, están condicionadas por el mal inicio de temporada de los nazaríes. Aun así, es un problema que sigue estando en la cabeza de Robert Moreno porque no se ha terminado de solucionar con regularidad. Aunque los Cármenes esté siendo un fortín, donde no conocen la derrota desde el pasado 21 de diciembre, el equipo está sufriendo fuera de su templo.
Por otra parte, si lo miramos desde un punto de vista diferente, basándonos en los puntos, también se aprecia la delicada situación del Granada en este sector. De los 33 puntos posibles, el Granada solamente ha sacado 9. Justificación entendida en los seis partidos empatados y la única victoria.
La mala fortuna del Granada ha hecho que, para más colmo, muchos de esos empates o derrotas hayan sido contra rivales directos. Del Celta, Osasuna, Cádiz o Elche consiguieron sacar un punto, pero la reciente derrota frente al Getafe ha dejado una zona intermedia-baja de la tabla muy interesante. De hecho, la diferencia que hay entre Cádiz (17º) y Granada (14º) es, por ahora, de tan solo 6 puntos.
Y se aproximan curvas
Las próximas jornadas no se presentan tampoco como algo fácil de afrontar. Si bien estamos hablando de las dificultades del Granada fuera de casa, el calendario tampoco lo pone fácil. Después del encuentro de mañana ante Osasuna, el Granada deberá visitar el Santiago Bernabéu y el Reale Arena, dos de los estadios más complicados de España.
Una situación que deberán mejorar poco a poco porque es vital tener buenas actuaciones como visitante, y por lo menos, sacar un buen resultado de aquellos equipos que sean rivales directos.
