El atacante gaditano está rindiendo a un muy buen nivel desde que comenzó el año y poco a poco, empieza a recuperar su mejor versión
No cabe duda de que al Sevilla, la entrada de 2023 no le ha sentado del todo bien. Pese a pequeños lapsus de buen fútbol, el conjunto hispalense no termina de lograr distanciarse del gran pozo que supone el descenso. Para evitarlo, ha traído refuerzos importantes que han cuajado al momento y, por supuesto, ha recuperado el mejor nivel de futbolistas que pasaban por un mal momento. Uno de estos jugadores es claramente, Suso. El atacante sevillista se encuentra en estado de gracia, rindiendo muy bien en los últimos partidos. Además, con el choque ante el PSV, consiguió alcanzar la cifra de 100 partidos con la camiseta rojiblanca. Tras varios meses en modo ‘off’, Suso parece haber dejado todo atrás y quiere demostrar que todavía puede y quiere ser muy importante para el Sevilla.
La lesión, una gran traba en el camino
Las dos primeras temporadas de Suso en el Sevilla con Lopetegui fueron muy buenas. El gaditano era un futbolista fijo en el esquema de Julen, con él que consiguió una Europa League y la famosa puntuación histórica en LaLiga. Sin embargo, en mitad de la tercera campaña, llegó la mala noticia. Una rotura en el tobillo que lo tuvo apartado de los terrenos de juego hasta 8 meses. Su rendimiento tras la lesión fue más que insuficiente. Suso fue duramente criticado por la afición, que lo acusaba de deambular por el campo y de restar más que sumar. Sin embargo, desde el club se siguió confiando en él y no se optó por la venta del jugador. Con la llegada de Sampaoli, parece haber recuperado la sonrisa y empieza a recordar a aquel futbolista que llegó de Milán.
Una evolución constante con Sampaoli
En gran parte, uno de los culpables del buen estado de forma de Suso, es Jorge Sampaoli. El técnico argentino conoce a la perfección las cualidades del atacante español, como dejó saber en alguna que otra rueda de prensa, además de la confianza que deposita en él. El punto más concreto de inflexión quizás sea el partido frente al Cádiz, dónde Suso entra desde el banquillo y comienza a dejar esos destellos que recordaron a su mejor versión. A partir de ese momento, Sampaoli empieza a darle cada vez más participación, siendo respondido por Suso con un gran rendimiento. Tanto es así que el pasado domingo ante el Rayo, consigue ‘abrir la lata’ en el marcador, anotando gol después de más de dos años sin hacerlo.
En estas situaciones es dónde se ve el importante papel de los entrenadores para sacarle todo el jugo posible a sus futbolistas. Tras mucho tiempo en la sombra, Suso ha vuelto a recuperar esa felicidad y personalidad, que tanto él como el sevillismo necesitaban. Estas mejoras individuales, como los casos de Suso o En-Nesyri, van a ser vitales en el devenir del Sevilla en la presente temporada.
