El fichaje del brasileño por el Al Hilal de Arabia Saudí ha abierto la opción a la siguiente reflexión
En los tiempos actuales del panorama del fútbol, no es extraño que algunas grandes estrellas opten por algunos destinos exóticos. Sin embargo, el de Neymar podríamos catalogarlo como un caso aún más especial. Y es que, por las expectativas que generó el futbolista en sus inicios la carrera del brasileño parece haberse quedado bastante corta. Después de algunas temporadas en el PSG, el jugador ha acabado sucumbiendo a la importante oferta del Al Hilal, donde tendrá un contrato millonario pero parece haber desperdiciado la oportunidad de redimirse.
Neymar nos embaucó a todos en sus inicios en Santos de Brasil. Creo que todos fuimos amplios espectadores de un sinfín de vídeos en los que Neymar dejaba un gran número de destellos de una enorme calidad, así como goles de bella factura desde una pronta edad. Los grandes equipos llegaban con sus enormes ofertas para hacerse con el joven jugador, y al final todo se redujo a una guerra entre Real Madrid y Barça. El club culé acabó haciéndose con los servicios del jugador y parecía haber firmado a la gran estrella del futuro.
Su impacto en el club blaugrana fue sensacional, conformando una gran línea ofensiva de ensueño junto a Leo Messi y Luis Suárez. De hecho, el brasileño fue clave para la consecución del triplete en 2015. Empezó a ganar cada vez más enteros como el reemplazo a futuro de un Messi que empezaba a ser veterano. Nadie dudaba de que tenía capacidad de sobra para convertirse en el líder del equipo y la piedra angular sobre la que crecería el proyecto a futuro. Sin embargo, todo cambio cuando decidió salir del FC Barcelona para enrolarse en las filas del PSG. Tomó la decisión de volar lejos de la sombra de Messi para ser la cabeza de un nuevo proyecto ganador.
222 millones de € y una salida convulsa a un equipo que tenía el objetivo de convertirse en el proyecto que dominase el fútbol europeo. Sin embargo, y tras 6 años en Paris, el brasileño toma la puerta de salida sin ser capaz de coronar a los galos como campeones de la Champions League. El que estaba destinado a ser el relevo de Cristiano Ronaldo y Messi como principales estrellas del fútbol, ha acabado tomando el mismo destino que los anteriores por con menos edad. Mientras a sus 31 años el argentino y el luso se disputaban los balones de oro, Neymar prima el apartado económico sobre el deportivo.
Y es que en toda su etapa en Paris el brasileño se las ha apañado para lesionarse o ser sancionado justo en fechas del cumpleaños de su hermana, teniendo así excusa para viajar a Brasil, algo que ya hacía en su etapa como culé. Además, de ser famoso por sus salidas de tono fuera de los terrenos de juego. De estar llamado a ser la estrella del fútbol y el futuro ganador de balones de oro; a optar por un destino exótico de forma anticipada. Lo que pudo ser y no fue, el talento desperdiciado y el mayor fracaso de la historia. Neymar Jr acabará por ser uno más en la historia del fútbol, aquel jugador del que diremos en un futuro: “Si hubiese querido…”; sin embargo puede que Neymar nunca haya querido tomar el testigo, de ahí sus fallos en la toma de decisiones. Un gran jugador de fútbol, pero un pésimo futbolista.