Los catalanes cerraron un mercado de invierno sin altas y con dos bajas, Ibra Kebe y Bernardo Espinosa
El Girona FC no ha hecho incorporaciones en este mercado de fichajes. El equipo de Míchel, segundo en Liga ahora que el Real Madrid ha completado su fixture, ha funcionado más que admirablemente en estas 22 jornadas ligueras, logrando 55 puntos (récord histórico) y sólo perdiendo un partido. No sólo eso: ha mostrado un fútbol atractivo, admirado por el ambiente y tiene jugadores en rendimientos altísimos: Savinho, Tsygankov, el goleador Dovbyk, Aleix García y siguen las firmas. Cabe entonces preguntarse: ¿era necesario incorporar futbolistas durante la ventana de invierno?
Si funciona, mejor no tocar
Una de las visiones es esta, justamente: si el equipo está tan bien como se lo ve, entonces no convendría modificar mucho. Es claro que el XI ideal del Girona es como un reloj suizo. Quien llegue debería aumentar la calidad, mejorar al equipo. Y, en ese sentido, ¿quién podría haber sido un refuerzo aceptable? Ya lo dijo Míchel, en declaraciones a Sport: “No necesitamos nada, tan solo que el equipo tenga salud para aguantar hasta final de temporada”.
El Girona, de todos modos, no se quedó quieto durante enero. Se hicieron gestiones por jugadores como Fran Beltrán, Sergi Darder, Matt O’Riley y Frank Onyeka, estos dos de Escocia e Inglaterra, respectivamente. Sonó también el nombre de Oriol Romeu, de bajo nivel en el Barcelona. Pero ninguna de ellas prosperó, a pesar de los esfuerzos de la dirección deportiva.
Aunque no llegara nadie, el Girona debió moverse para evitar que los jugadores que ya están en el equipo se fueran. Ni Aleix García, pretendido por el Barcelona, ni el resto de sus figuras, dejaron Montilivi. Ahí estuvo otro de los triunfos del club. En palabras de Quique Cárcel, “Lo mejor del mercado es que no se ha marchado ningún jugador. Era muy importante”. Sólo se fueron Bernardo Espinosa, Ibrahima Kébé y Eric Monjonell, dos que no tenían sitio en los planes de Míchel.
Con los suplentes no es lo mismo
Si el Girona está jugando tan bien, en gran medida es porque los jugadores titulares están en un nivel alto. Pero ya llevamos 22 jornadas y la serie de partidos se hace sentir. Ningún cuadro está exento de lesiones. Y, en este sentido, hay un llamado de atención para el Girona. Cuando alguno de los titulares no pudo estar, el funcionamiento se resintió apreciablemente. Iván Martín puede jugar solo en el mediocampo, pero es mucho mejor si está Aleix. En la zaga, el húngaro Antal está todavía verde: ante el Mallorca fue superado. Por las lesiones de David López y Juanpe, Míchel ha tenido que improvisar con Arnau Martínez de central. No lo ha hecho mal, pero está mucho más cómodo junto a la banda, tal como se vio ante el Celta el domingo pasado.
Es por eso que, en el mercado de invierno, el Girona se centró en buscar un centrocampista y un defensa central.
Pensando en Europa
A pesar de las lesiones, el Girona ha logrado sobreponerse y se ha logrado mantener arriba, incluso más de lo que el ambiente del fútbol esperaba. Casi con seguridad, los catalanes clasificarán a alguna competición europea, la Champions o la Europa League. Ahí sí que será necesario tener una plantilla más profunda. La doble competencia exige tener más de un jugador por puesto y en alto nivel. No alcanzará con la plantilla que tiene ahora. Los equipos que juegan Europa invierten y se refuerzan. En Europa se compite a otro nivel.
Desde esa óptica, cabe preguntarse si no hubiera sido bueno que llegaran refuerzos en este invierno, para ir acoplándose y, cuando llegue la doble competencia, hayan comprendido y tengan minutos de juego bajo el sistema de Míchel. Imposible saberlo. Lo que es seguro es que este Girona, así como está, está muy bien. Y que sin duda necesitará refuerzos en verano. Ahí es donde el ojeo deberá ser muy fino y habrá que jugar fuerte.