La temporada en F1 ha traído una serie de desafíos inesperados para Red Bull, que se verá obligado a cambiar de estrategia
Si algo sabíamos antes del inicio de la presente temporada en la máxima categoría de motor, era que Red Bull era el claro equipo dominador. Sin embargo y a pesar de un inicio prometedor, la escudería que ha sido sinónimo de dominio absoluto se enfrenta ahora a una competencia mucho más cerrada y a problemas internos que han alterado su trayectoria.
Inicio prometedor, problemas emergentes
Las dos primeras carreras del año, en Bahrein y Arabia Saudita, vieron a Verstappen alzarse con la victoria. Pérez, por su parte, se aseguraba un lugar en el podio en ambas ocasiones, consolidando un comienzo fuerte para el equipo.
Sin embargo, el Gran Premio de Australia marcó un punto de inflexión. Verstappen sufrió un inesperado abandono debido a problemas en su monopplaza, y Pérez terminó fuera del podio, en la sexta posición. Este evento reveló que Red Bull era “mortal” y abrió la puerta a la competencia de varias escuderías, como McLaren o Ferrari, que han mejorado respecto a la pasada temporada.
Resultados inconsistentes
Después del tropiezo del invencible Max Verstappen en Australia, Red Bull parecía volver a la normalidad en Japón y China, con dos victorias del neerlandés y dos podios de Sergio Pérez. Esto hacía presagiar que lo sucedido en Melbourne solo había sido un tropiezo. Sin embargo, en Miami, Lando Norris se llevó la victoria gracias a un Safety Car que salió en el momento perfecto. Esto también perjudicó a Checo que lo dejó fuera del podio tras una mala clasificación.
En Emilia Romagna, aunque Verstappen logró la victoria, Norris estuvo muy cerca de superarlo, evidenciando que Red Bull ya no era tan superior. La situación empeoró en Mónaco, la peor carrera del año para Red Bull. Verstappen no consiguió el podio tras quedar fuera de la pole en la clasificación, y Pérez tuvo que abandonar después de un increíble accidente con Magnussen en la vuelta 1. Esta carrera fue ganada por Charles Leclerc.
En Canadá, Max no logró la pole, que se la llevó George Russell igualando exactamente su crono. Aunque Verstappen ganó la carrera, McLaren y Mercedes estuvieron más cerca de Red Bull, mostrando una competencia más reñida.
Competencia cerrando la brecha
Equipos como Ferrari y McLaren han aprovechado esta oportunidad para cerrar la brecha con Red Bull. Ferrari, con un revitalizado Charles Leclerc y un siempre competitivo Carlos Sainz, han mantenido un rendimiento sólido, consiguiendo podios y dos victorias para la escudería tifosi.
Mientras que McLaren, con Lando Norris y Oscar Piastri, ha sorprendido con mejoras significativas en su monoplaza, consiguiendo podios y una victoria para Norris.
Mercedes, por su parte, en este último Gran Premio de Canadá se sumó al grupo de escuderías competitivas de esta temporada. Russell hizo la pole en la clasificación, pero solo pudo conseguir la tercera posición en la carrera.
Rendimiento de Pérez en el centro de las críticas
Sergio Pérez está enfrentando un año particularmente difícil. Sus actuaciones en las sesiones de clasificación han sido inconsistentes, frecuentemente quedando fuera de la Q3, lo que ha comprometido sus posiciones de salida y, en consecuencia, sus resultados en carrera.
Recientemente renovado, el mexicano tiene la confianza de la escudería, pero lo cierto es que este, de momento, no la está devolviendo en forma de resultados. Esto indirectamente ha puesto presión adicional sobre Verstappen, que tiene que mantener a la escudería austriaca en la primera posición del campeonato de constructores, mayormente, con sus puntos.
Perspectivas futuras
Con la temporada alcanzando su punto medio, Red Bull debe realizar un cambio de planes para mantener su liderazgo. La falta de dominancia absoluta y los pocos puntos obtenidos por Pérez, junto con la creciente amenaza de Ferrari, McLaren y Mercedes, sugieren que la temporada 2024 será una de las más competitivas en años recientes. Adaptarse a estos desafíos será clave para Red Bull si desea continuar siendo un contendiente fuerte en la Fórmula 1.