El solitario gol de Ivan Schranz a los siete minutos de partido decanta la balanza a favor de ‘Los Halcones’
El partido entre la selección belga y la eslovaca marcaba el inicio de la Eurocopa 2024 para ambas selecciones. Y lo hacía bajo la sombra del sorprendente resultado del encuentro previo en el Grupo E, donde Rumanía venció contundentemente a Ucrania por 3-0. Con esa victoria, los rumanos se hacían con el liderato provisional del grupo, aumentando la presión sobre belgas y eslovacos para conseguir un buen resultado en su debut en el torneo.
En un ambiente cargado de expectativas y con el precedente rumano en mente, Bélgica y Eslovaquia saltaron al campo dispuestas a demostrar su valía. Los belgas, conocidos por su poderosa parcela ofensiva, intentarían tratar de imponer su ritmo desde el primer minuto, mientras que Eslovaquia, sin achicarse, no cedería y buscaría su momento en el partido.
Primera parte
El inicio de partido comenzaría sin una clara selección dominadora de la posesión de balón. Eso nos permitía ver mucha acción sobre el verde y aproximaciones por parte de un y otro conjunto. Sin embargo, en apenas cinco minutos, los ‘Diablos Rojos’ gozarían de dos ocasiones de gol muy claras para adelantarse en el marcador. Primero, con una gran internada por banda del extremo del Manchester City, Jérémy Doku, que remataba el ariete belga, Romelu Lukaku, al muñeco en el área grande y una posición centrada cuando ningún defensor salía a su paso. Unos instantes después, el arquero eslovaco, Martin Dúbravka se precitaba en la salida, pero Leandro Trossard no conseguía conectar con el propio Lukaku.
En este tipo de torneos (y en el fútbol en general), cuando perdonas, lo acabas pagando. Y el equipo de Domenico Tedesco lo padeció en sus propias carnes. A los siete minutos, la selección centroeuropea golpearía primero en el electrónico. Error de Doku en la salida de balón, un atacante de Eslovenia recupera el balón y dispara dentro del área, Koen Casteels evita el gol, pero, en segunda instancia, Ivan Schranz batía al portero del Wolfsburgo. Esto suponía un duro varapalo para, a priori, una de las selecciones favoritas (una vez más) a alzarse con el título.
Fuente: Getty Images
Tras este contratiempo, los belgas comenzaron a aumentar su posesión de balón y el juego por bandas, aprovechando a jugadores ágiles y veloces como Doku, por la derecha, o Yannick Carrasco, por la derecha. El tiempo corría y los jugadores de Bélgica eran bien conscientes de ello. En el minuto 20, dispondrían de la oportunidad más clara en lo que llevábamos de partido. Dúbravka arriesgaba en la salida de balón, no se entendía con Peter Pekarík, la pelota le caía a Trossard y, con a portería vacía, enviaba el balón por encima del travesaño. Se salvaba una Eslovaquia muy atrevida en los primeros veinte minutos.
Los minutos continuaban pasando. Y nos adentrábamos en el último cuarto de hora del primer acto con un resultado de lo más sorprendente. Bélgica no encontraba a sus bazas ofensivas y un error le condenaba a verse en inferioridad numérica en el electrónico. Mientras tanto, Eslovaquia, jugando de una forma muy cómoda y sin apenas sufrir, buscaba su momento de nuevo en el partido. Pasada la media hora, el ‘9’, Róbert Bozeník, obligaba a Casteels a blocar el balón para evitar el segundo tanto.
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El tramo final de la primera parte nos dejaba con un combinado belga más volcado en atacante, pero con unos eslovacos que no solo salían muy rápidamente al contragolpe, sino que también combinaban a la perfección hasta llegar a la portería del guardameta visitante. A falta de cinco minutos para llegar al 45′, los de Francesco Calzona dispusieron de otra clara oportunidad para ampliar su renta en el partido. Nueva gran jugada colectiva de la selección que acababa con un disparo colocado de Lukás Haraslín que Koen Casteels repelía a saque de esquina con una gran volada. Tras esta acción de peligro y sin ninguna más a posteriori, se consumía el primer asalto de este encuentro con marcador favorable (0-1) para Eslovaquia.
Segunda parte
Los segundos cuarenta y cinco minutos empezaban con una tónica muy similar a la de los primeros. Bélgica intentaba hacerse con el dominio del balón. Pero Eslovaquia, lejos de echarse atrás, mantenía una línea de presión muy alta. De hecho, en cuestión de cinco minutos, tuvieron dos ocasiones de gol. Primero, con un remate desde la frontal del área de Lukas Haraslín que se marchaba muy desviado. Después, con un disparo potente del central, Denis Vavro, desde una posición lejana que tampoco iba entre los tres palos.
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Unos minutos después, la tendrían los belgas por partida doble. En primer lugar era Romelu Lukaku, quién, tras fallar multitud de oportunidades en lo que llevábamos de choque, volvía a hacerlo ante un gran Dúbravka que se lucía con una gran parada. En el córner, Kevin De Bruyne sacaba en corto, Leandro Trossard colgaba el balón al segundo palo, Amadou Onana peinaba el balón y el ’10’ del combinado belga remataban a placer al fondo de la red. Sin embargo, se encontraba ligeramente adelantado y el gol no subía al marcador. En la jugada siguiente, el propio Trossard sacaba un potente disparo abajo que, una vez más, atajaba Martin Dúbravka.
El partido experimentaba un claro giro de guión. Y es que mientras los eslovacos comenzaban a sufrir las consecuencias de la fatiga física. Bélgica llegaba y cada vez lo hacía con más peligro. Tras pasar el minuto 60′, los jugadores de Tedesco tendrían en sus manos la que, posiblemente, sería la oportunidad más clara para ellos en todo el partido. Brillante jugada individual de Jérémy Doku por la izquierda, desborda a la defensa de Eslovenia, pone un pase preciso al punto de penalti y el recién incorporado, Johan Bakayoko remataba a portería, con Dúbravka totalmente vendido, pero David Hancko salvaba el gol bajo la línea.
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Bélgica lo intentaba una y otra vez, pero por delante se topaba con una infranqueable muralla eslovaca que lo sacaba absolutamente todo. En los últimos compases de la cita, los locales volverían a dar un golpe sobre la mesa. Loïs Openda realizaba una gran jugada individual por banda izquierda, se metía dentro del área, cedía atrás para Romelu Lukaku y el punta engañaba a Dúbravka para poner la igualada. Desafortunadamente, por segunda vez, el colegiado anularía el tanto. En este caso, tras revisar la jugada en el VAR y verificar una mano previa del propio Openda.
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Finalmente, se cumplía el noventa y el colegiado añadía siete minutos adicionales al crono. Los ‘Diablos Rojos’ lo intentaban y Kevin De Bruyne avisaba con un disparo manso que paraba fácilmente el portero de Eslovaquia. Y esta sería la última jugada de claro peligro. Al término del tiempo reglamentario, Eslovaquia se imponía (0-1), merecidamente, a una débil y dubitativa Bélgica, con dos goles anulados, para iniciar esta Eurocopa 2024 por todo lo alto.
Ficha técnica
Bélgica: Koen Casteels; Yannick Carrasco (Dodi Lukébakio, 84′), Zeno Debast, Wout Faes, Timothy Castagne; Amadou Onana, Orel Mangala (Johan Bakayoko, 57′); Leandro Trossard (Youri Tielemans, 74′), Kevin De Bruyne, Jérémy Doku (Loïs Openda, 84′) y Romelu Lukaku.
Eslovaquia: Martin Dúbravka; Dávid Hancko, Milan Skriniar, Denis Vavro, Peter Pekarík; Ondrej Duda (Adam Obert, 90+4′), Stanislav Lobotka, Juraj Kucka; Lukás Haraslín (Tomas Suslov, 69′), Róbert Bozeník (Dávid Strelec, 69′) e Ivan Schranz (Dávid Duris, 81′).
GOLES: Ivan Schranz (0-1, 7′).
ÁRBITRO: Halil Umut Meler. AMONESTACIONES: Orel Mangala (29′), Ivan Schranz (40′), Youri Tielemans (75′) y Dodi Lukébakio (84′).
ESTADIO: Deutsche Bank Park.