El gran desembolso en jugadores de primer nivel vuelve a posicionar al conjunto colchonero a ser candidato a todo
La semana pasada, este humilde redactor pensaba publicar algo sobre la pretemporada del Atlético de Madrid, y el esquema en sucio sobre los temas principales no podía ser más pesimista: cero fichajes oficiales a principios de agosto, muchas salidas importantes, un empate sufrido contra el Numancia y muchos, muchos rumores de llegadas que no se hacían realidad.
Por razones de tiempo, el artículo no salió, y menos mal, porque una semana después, todo ese pesimismo ha sido sustituido por ilusión, ilusión generada a base de fichajes, desembolsos importantes y negociaciones avanzadas por jugadores que, si llegan a vestir la camiseta rojiblanca en el primer partido de liga ante el Villarreal, pueden formar una de las mejores plantillas que ha tenido el fútbol español en los últimos años, y un grupo que puede aspirar a todo, cumpliéndose por fin la revolución, aunque por ahora sea solo de nombres, que prometía el Cholo Simeone a finales de la pasada campaña.
Mal comienzo de verano
Las cosas no se estaban haciendo bien en el conjunto colchonero. Los aficionados se despertaban cada mañana y abrían las noticias, esperando ver alguna buena de cara a la configuración de la nueva plantilla, y no llegaban: que si Mario Hermoso no renueva; que si Savic se va después de nueve años en el club; que si Morata se iba a ir a Arabia, luego escribía en sus redes una carta de amor al club diciendo que se iba a quedar, y al final se ha ido al Milan…
Parecía que lo único bueno era la vuelta del escudo antiguo, porque la primera equipación tampoco es que haya gustado mucho. Todo esto mientras el Real Madrid ha comprado gratis a uno de los mejores jugadores del mundo y el Barcelona ha traído a un entrenador que hace no mucho ha ganado un sextete con el Bayern, por no hablar de otros rivales directos, como la Real Sociedad o el Girona, que fichan bien y venden caro, o el Athletic Club, que parece que se va a quedar a Nico Willams y aspira a un puesto Champions. El no fichaje de Artem Dovbyk y la rajada de su agente asegurando que el Atlético no era un club serio fueron la gota que colmó el vaso, y la razón que hizo que este redactor tuviera pensado hablar de lo mal que pintaba este equipo.
Llegaron las incorporaciones
Robin Le Normand, el cerrojo
Pero por fin, tarde pero a tiempo, la directiva ha sacado a relucir la cartera y ha empezado a fichar buenos jugadores. El primero en llegar fue Robin Le Normand que, a pesar de estar todo hecho mientras el futbolista disputaba la Eurocopa, no se ha hecho oficial hasta hace una semana, y viendo cómo también se suponía que el fichaje de Dovbyk estaba hecho y acabó firmando por la Roma, alguno ya veíamos peligrar la incorporación del central hispano-francés.
Alexander Sørloth, el goleador
Y tras las feas salidas de Morata y Memphis, el no del delantero ucraniano del Girona y la incertidumbre al futuro de Samu Omorodion en el club, por fin llegó un delantero centro puro. Hablamos de Alexander Sørloth. El noruego ha demostrado que la liga española le va como anillo al dedo. Ha marcado 42 goles en todas las competiciones en los dos años que ha estado en España: 16 en la Real Sociedad y 26 en el Villarreal. Tiene 28 años y se ha cerrado la operación por 32 millones de euros más variables.
Julián Álvarez, la estrella
Algunos podrían pensar que el fichaje de Julián Álvarez es, por así decirlo, la guinda del pastel de este mercado de fichajes del Atlético, pero sería quedarse muy corto. Esta incorporación, aún no oficial pero muy avanzada por todas las partes, es el movimiento que hace que el club colchonero pase de tener una plantilla con muchos problemas arriba, a poder estar en las quinielas por llegar lejos en todas las competiciones.
Es caro, 80 millones de euros fijos es una cifra que el club solo ha desembolsado en gente que no ha rendido como se esperaba, como Lemar o Joao Félix. Está claro que el esfuerzo que ha tenido que hacer la directiva rojiblanca por arrebatarle a Guardiola una de sus opciones en ataque favoritas ha tenido que ser enorme. Julián quiere venir. Sabe que se puede entender a la perfección con Simeone y que va a jugar, si nada se tuerce, todo lo que en Manchester no podía. Ha rechazado una cifra desorbitada del PSG, y viene para marcar una época en el Metropolitano.
Conor Gallagher, el pulmón
La llegada de Conor Gallagher al Atlético de Madrid ha quedado solapada por la de Julián, y no se le ha dado la importancia que merece. En este equipo se criticaba la falta de pulmones y de compromiso, como en la eliminación europea en Dortmund. Pues eso es justo lo que viene a aportar el mediocentro inglés al equipo rojiblanco. Parece ser la confirmación de que Marcos Llorente será desplazado a la banda derecha. Se va a cerrar la operación por 40 millones. Es el capitán del Chelsea e internacional con Inglaterra.
Cosas por hacer
Falta un central zurdo
Se han terminado haciendo bien las cosas en las incorporaciones, pero aún quedan problemas que el Cholo y la directiva tienen que solucionar. Reinildo, un jugador que ha perdido protagonismo desde su lesión de larga duración, es el único central zurdo puro que tiene el primer equipo. Se hablaba de Hancko, central eslovaco del Feyenoord, para reforzar la zaga, pero las negociaciones no han llegado a buen puerto.
Otro que suena es Aymeric Laporte, que viene de jugar a gran nivel en la Eurocopa ganada con España. Ha demostrado que tiene prestaciones para salir de Arabia rumbo a la élite. Otro punto a favor sería que Atlético, de conseguir su fichaje, juntaría a los defensas titulares de ‘La Roja’. Su elevado salario y el interés de Real Madrid y Athletic Club complican la llegada del hispano-francés. La última opción, y la más conservadora, sería la vuelta de Mario Hermoso, que no quiso renovar y aún no ha encontrado equipo. El sueldo del jugador sería el problema. Por esa misma razón no se amplió su contrato.
¿Cuenta Simeone con todos?
El otro gran problema es la incertidumbre con varios jugadores. Samu Omorodion va a fichar por el Chelsea por 45 millones de euros. Puede dar tristeza ya que deja el club sin haber debutado y es una de las grandes promesas del fútbol mundial. Eso sí, el negocio ha salido redondo: se compró el año pasado por 6 millones y se vende por siete veces más. Muchos jugadores vuelven de cesión y no se sabe si volverán a irse. Nombres como Giuliano, Carlos Martín, Javi Serrano o Santiago Mouriño han intentado ganarse la confianza del entrenador en pretemporada, y se desconoce su sino.
El que también volvió de cesión es Joao Félix. Dos goles que metió con el Barcelona a su club de origen el año pasado. Su vuelta al Barça es complicada, y nadie desembolsa lo que necesitan los colchoneros para amortizar los 127 kilos que invirtieron en él hace cinco años. El luso tocó fondo al ser eliminado con Portugal en la Eurocopa al fallar un penalti en la tanda contra Francia. Volvió apartado del grupo, pero está siendo titular en los partidos de pretemporada, rindiendo a gran nivel. Si llega una buena oferta (suena el Aston Villa como pretendiente) hará las maletas, pero si no, parece que el argentino y el portugués estarán condenados a entenderse.
La forma de jugar
Por último, con las nuevas y caras piezas que le han traído a Simeone, el entrenador tiene que hacerlas funcionar, decidiendo cuál será el mejor sistema para sacar el máximo rendimiento al equipo. En pretemporada se han probado los sistemas 5-3-2 y 5-4-1, con un único punta. Habrá que decidir el rol y la demarcación de Griezmann, si el francés puede jugar al mismo tiempo con Sørloth y Julián Álvarez, o qué hueco tendrían en el campo Joao Félix y los canteranos que se queden. Como última pega, los fichajes colchoneros van a tener muy pocos días para adaptarse a lo que se les pide, ya que las pretemporadas se hacen para algo.
Como conclusión, a Simeone le han traído lo que pedía y parecía imposible, y los aficionados por fin tienen motivos para ilusionarse. El trabajo dirá si tanto dinero gastado y tantas decisiones importantes habrán valido la pena.
