Garitano cogió a un Athletic con muchas inseguridades y lo ha convertido en un club muy seguro atrás y con un estilo de juego propio.
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| Fuente: Athletic Club
El entrenador bilbaíno se estrenó en las filas rojiblancas en el Bilbao Athletic el 8 de junio de 2017, en el filial del primer equipo, en sustitución de Ziganda. Esa temporada logró terminar cuarto con 73 puntos, clasificándose para los play-offs de ascenso pero no logró derrotar al Villarreal ‘B’ y se quedó sin subir a la división de plata del fútbol español. En la siguiente temporada (2018-2019) dirigió al cuadro filial durante los primeros cinco partidos, sumando 22 puntos.
Tras esa campaña con los cachorros, el 4 de diciembre de 2018 se anunció como nuevo técnico del primer equipo en sustitución de Eduardo Berizzo, tras una derrota ante el Levante (3-0). Cogió al equipo 18º clasificado con once puntos, en la jornada número catorce. Dos días después de su presentación debutó contra la SD Huesca, en la vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, con victoria a domicilio por 0 a 4, mostrando por primera vez su idea de juego, con una defensa ordenada y un equipo junto con una presión adelantada. Su estreno en San Mamés también se saltó con victoria para los leones, pero esta vez no con un resultado tan abultado como en tierras aragonesas, con un 1 a 0 en el marcador, con gol de Aduriz en el último minuto de penalti, tras un encuentro donde el conjunto vizcaíno trató por tierra, mar y aire perforar la portería de Iraizoz, ex portero del Athletic. En los siguientes encuentros logró dos victorias (Celta y Sevilla) y dos empates (Alavés y Valladolid) terminando la primera vuelta liguera con 22 puntos, colocándose como el mejor debutante en el banquillo robjiblanco desde Howard Kendall, solo por detrás de Iñaki Sáez.
 Fuente: El Mundo
 Fuente: Mundo Deportivo
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