LaLiga Genuine, una experiencia única y una oportunidad para disfrutar de un fútbol verdadero y sincero.
Hace apenas unas semanas tuve el placer de asistir a las jornadas finales de LaLiga Genuine, las cuales se disputaron en la Ciudad Deportiva de Paterna. La LFP, junto a treinta equipos de LaLiga y LaLiga 123, viene organizando una liga para personas con discapacidades intelectuales desde hace unos cuantos años. Entre estos equipos no hace falta decir, que, por supuesto, no se encontraban Real Madrid y Barcelona, los proyectos solidarios a estos equipos no les interesan.
Fuente: sevilla.abc.es
No voy a mentir, mis expectativas no eran muy grandes, simplemente fui porque soy un enamorado del fútbol y soy incapaz de rechazar invitaciones de este estilo. Sin embargo me lleve una grata sorpresa al ver el gran ambiente del que se gozaba en Paterna. Desde aficionados txuri-urdines y leones, que habían venido juntos en caravana desde el País Vasco para animar a los chavales, hasta simpatizantes del Celta, que habían conducido desde Galicia y que ahora estaban disfrutando de unas cervezas en el bar junto a aficionados del Depor. Incluso sevillistas y cordobeses cantando juntos al son del altavoz que habían traído los vascos en su caravana. No me puedo imaginar un ambiente más festivo y, sobretodo, más sano, en ningún otro sitio de España.
Llegó la hora de los partidos y por supuesto surgieron las rivalidades. Pero para mi sorpresa por segunda vez, en ningún momento oí ninguna recriminación, ni al arbitro, ni a los jugadores, tan solo se escuchaban ánimos y como no, el altavoz de los vascos. Este hecho me resultó totalmente nuevo e insólito, ya había asimilado las protestas como una parte más del juego y de la competición.
Las lecciones de aquella maravillosa gente siguieron repitiéndose una tras otra, ni una falta a destiempo, ni una celebración irrespetuosa y ni un gesto de rendirse, por muy abultada que fuera la derrota. El partido concluyó con un pasillo al Celta de Vigo, que había logrado mantener el liderato del Grupo A de LaLiga Genuine.
Pero sin lugar a duda hubieron dos cosas que realmente me impactaron: En primer lugar el inicio de cada partido. Nunca había visto tanto respeto por un himno, a decir verdad, incluso el altavoz de la caravana vasca se apagó. Lo mejor de este himno es que, tras una breve instrumental, tanto árbitros, jugadores, como aficionados, son invitados a ponerse en pie, a dejar las banderas, los megáfonos y los bombos por un momento, y a ponerse a bailar al mas puro estilo de ‘We will rock you‘. Me pareció impresionante como más de mil personas bailaban junto a los jugadores este himno, había una conexión muy especial.
Fuente: La vanguardia
Por último, tras conocer a gente de todas partes de España, coincidí con un jugador de la Real Sociedad EDI. Me emocionó con las ganas que me contaba el gol que había metido, imitando hasta la celebración del mítico Dani Güiza. Tras esto, su equipo le estaba esperando para mantearlo. Y os preguntareis, -¿Qué hay de extraño? – Absolutamente nada, tan solo que habían empatado, y que este empate significaba que la liga se les escapaba de las manos, pero a ellos les daba igual, porque habían metido un ‘golazo’.
Para concluir, simplemente os aconsejo ir a este tipo de torneos, os aseguro que no os defraudará, y que además os servirá para conocer a gente de todos los rincones de España.
Este es el fútbol verdadero, y no aquel al que estamos acostumbrados.