Aunque Zidane intentó evitarlo, el debate de la portería ha vuelto al Santiago Bernabéu. Courtois no trasmite seguridad al madridismo, todo lo contrario que Areola en los minutos que ha jugado.
Desde que Zidane volvió en marzo al banquillo del Real Madrid, dejó muy claro que para la temporada 2019/20, no quería debate en la portería. La idea de Zidane era que Thibaut Courtois fuera su portero, y que Keylor saliera del club.
Tras un verano muy convulso, Keylor acabó saliendo del club el último día de mercado; pero tras la cesión de Lunin (incomprensible para muchos), el club no tenía segundo portero. Es aquí donde entra en escena Areola, un portero que cumplía con el rol que buscaba el equipo blanco.
Desde la llegada de Courtois, el madridismo nunca ha estado con él. El belga venía para sustituir al portero de las 3 Champions, y tenía pasado en el otro lado de la cuidad, en el Atlético de Madrid; algo que no gustó nada en Chamartín.
Los números y las actuaciones del guardameta nacido en Bélgica no le ayudan, pues promedia 1,37 goles por partido con la camiseta blanca, casi un 60% más que en su etapa como rojibalnco. Además de los números, el belga no transmite seguridad bajo los palos, y el Bernabéu ya deja notar que no está nada conforme con su nivel.
Es cierto que la defensa no está ayudando nada a que Courtois mantenga su portería a cero, pero el madridismo ha centrado la culpa en el guardameta. En el reciente partido frente al Brujas en Champions, Thibaut recibe 2 goles en los primeros 40 minutos, y desde que recibe el segundo hasta que llega el descanso, cada vez que tocaba la pelota era pitado por el público.
En ese partido, Areola le sustituye en el descanso debido a unas molestias estomacales que hacían que no pudiera continuar en el campo. Unas molestias que el belga tenía desde el día anterior al partido, cosa que Zidane sabía y aún así, mandó jugar a Courtois. Thibaut llegó a ir al hospital debido a estos problemas estomacales, por los cuales incluso ha perdido varios kilos, es decir, no es un simple dolor.
Y para acabar de terminar la terrible noche del belga en el Bernabéu, Areola entró entre aplausos de un estadio que no creía que Zidane hubiera sustituido a Courtois, y además, salvó un mano a mano con el que había sido el verdugo en la primera parte de su compañero.
Thibaut no ha completado el entrenamiento de hoy con sus compañeros, solo ha realizado la carrera continua, aunque todo apunta a que podría llegar para jugar contra el Granada.
El madridismo ha puesto a Courtois como máximo culpable de una fragilidad defensiva en la que hay otros jugadores que tienen gran parte de culpa, como Carvajal, Nacho, el capitán Sergio Ramos, e incluso el entrenador, Zinedine Zidane. Parece complicado que a corto plazo, los pitos se conviertan en aplausos, pero si Courtois quiere, puede logarlo, y, si no, que le pregunte a un compañero suyo de equipo, Karim Benzema.