La noche del sábado visitaba Pamplona uno de los conjuntos que en mejor forma está en La Liga: el Villarreal.
El submarino amarillo visitaba El Sadar con una buena racha de resultados y ofreciendo un gran fútbol. No por nada es el club que más jugadores ha dado a la selección española en esta última convocatoria.
El partido se presentaba como el momento idóneo para un cambio de inercia, dejar el empate y empezar a sumas de tres en tres. Los dos conjuntos lucieron unos onces reconocibles. Los valencianos sacaron su once de gala y en el conjunto navarro se cayó David García por lesión y entró en su lugar Facundo Roncaglia.
El encuentro no pudo empezar peor, ya que el Villarreal se adelantó en el minuto 5 gracias a un gol anotado por Pau Torres. Pese al mal arranque, tras el gol los navarros empezaron a carburar, aunque el Villarreal siguió creando peligro a base de contras. Con el 0-1 se llegó al descanso y gracias.
La segunda mitad fue totalmente distinta. A los 40 segundos Roncaglia empató el partido por medio de un gran zapatazo extraño de un central. Tras esto, Osasuna se creció y el Villareal se hundió. Chimy, un incordio para todas las zagas, tuvo en sus botas el 2-1 tras un fallo de Albiol, pero Asenjo atajó el mano a mano.
A la segunda fue la vencida y tras una jugada que parecía destinada a acabar en nada, Chimy mandó el balón al fondo de las mallas de Asenjo para dar la vuelta al marcador y llevar la locura al fortín rojillo.
La leyenda de El Sadar sigue viva. Y la noche del sábado un recién ascendido como es Osasuna, consiguió derrotar a uno de los mejores equipos de este comienzo de temporada, el Villarreal.