El Celta siempre ha sido un equipo de jugar de manera vistosa, buscando tener el balón, con presión intensa y ataque. El club gallego, siempre ha optado por este estilo, con jugones, defensas con buen trato de balón, extremos móviles… Después de la etapa de Escribá, se vuelve a este estilo.
A la hora de analizar a Oscar García, se puede hacer de varias maneras. El técnico catalán, destacado como jugador en el RCD Espanyol y FC Barcelona, ha tenido una exótica cerrera como técnico, dirigiendo en Israel, Inglaterra, Austria o Grecia. En todos los equipos, ha conseguido, más allá de los resultados, dejar un legado de estilo de juego y táctica.
Comparándolo con otros técnicos de toque que ha tenido el Celta recientemente, es imposible no asemejar su táctica a la de Eduardo Berizzo. «El toto Berizzo», ofensivamente, tenía un estilo muy parecido, aunque la principal diferencia es que, a la hora de defender, el nuevo técnico del Celta prefiere replegar los laterales y aumentar la presión el medio, Berizzo hacia lo contrario, buscando defender cerca del área, y buscar a unos laterales que ya estaban en el centro del campo buscando abrir espacios.
Su marcado estilo, muy ofensivo, con una presión alta, buscando el control de balón pero siempre en campo contrario, ha favorecido a aquellos que suelen vivir del gol o de jugadas individuales (Un ejemplo es Jonathan Soriano, en el Red Bull Salzburgo). El Celta está plagado este año de jugadores de este perfil, como Denis Suárez, Rafinha, Iago Aspas o Gabriel Fernández.
A pesar que, desde que la temporada comenzó, Fran Escribá ha sido el técnico, se han podido ver destellos de ese juego de posesión que tanto maravilla a jugadores y aficionados olívicos. Ahora, teniendo un técnico que practica este sistema, esto dejará de ser un destello para ser pan de cada día.
