El paso de Maradona en Dorados de Sinaloa, trayendo luz a la ciudad pese a que su etapa no fue tan dorada como se esperaba.
Diego Armando Maradona, el mito que dio un Mundial a Argentina con la mano y el ídolo de Nápoles, apareció de nuevo en el panorama futbolístico con su llegada al banquillo de Dorados de Sinaloa en setiembre de 2018. Su fichaje por el club de Culiacán como entrenador dio la vuelta al mundo, no solo porque Maradona volvía a pisar un terreno de juego, sino porque también llegaba a la zona de México con más problemas de narcotráfico.
No era su primera experiencia en los banquillos tras haber entrenado a Deportivo Mandiyú, Racing Club de Avellaneda, la Selección Argentina y a dos equipos de los Emiratos Árabes Unidos. En ninguna de estas ocasiones tuvo éxito, pero aún así desde Sinaloa decidieron contar con él. Su llegada no solo suponía que el club mejicano tendría nuevo entrenador, sino que daba a conocer a un equipo que pocos recordaban que fue el retiro de Pep Guardiola como futbolista.
Desde del momento que Maradona pisó el estadio de Banorte, desprendió una energía muy positiva al equipo. Dorados se encontraba último en la clasificación con tan solo 3 puntos tras siete jornadas, pero el nuevo técnico cambió la dinámica y consiguió poner al equipo noveno con 17 puntos. Gracias a eso pudieron jugar el play-off de clasificación del Torneo Apertura MX.
Llegaron a la final, pero cayeron ante el Atlético San Luis, la franquicia del Atlético de Madrid. En el partido de ida, Maradona fue expulsado por insultar al técnico rival, y eso se notó en el partido de vuelta. En el estadio de San Luis solo se hacía que escuchar el cántico de “Maradona se la come” en contra del argentino. Tras esa decepción, Maradona se alejó del equipo debido a una operación en el estómago y a sus problemas en las rodillas, pero volvió en el segundo tramo de la temporada para disputar el Torneo Clausura MX.
En la mayoría de competiciones sudamericanas la liga se divide en dos partes, y los ganadores de cada una se enfrentan a final de temporada para ver quien gana o quien sube de categoría. En el caso de Sinaloa, el objetivo era ganar esa segunda vuelta y disputar la final para ascender. Así fue como tras varios partidos sin el técnico argentino donde los resultados fueron malos, en su vuelta, lograron un total de siete victorias en ocho partidos para clasificar de nuevo para el play-off.
Sinaloa, ciudad donde el deporte rey es el béisbol, se volcó para dar apoyo al equipo de fútbol. El estadio, que durante la temporada regular no se llenó, tanto en cuartos como en semifinales estaba a rebosar de hinchas, y Dorados consiguió llegar a la final. Otra vez el rival era el Atlético San Luis, y tras empatar en casa, el equipo volvió a fracasar y en la vuelta perdieron 1-0, quedándose sin ascenso.
Tras una gran temporada que acabó de forma amarga, Maradona dejó el puesto de técnico el 13 de junio, y al cabo de unos meses anunció su fichaje por Gimnasia la Plata. La salida de Maradona supuso el fin de una época de ilusión en Sinaloa. Puede que técnicamente no fuera de los mejores entrenadores, pero su nombre influyó tanto en el equipo, que la dinámica mejoró y el equipo logró tener ilusión y así luchar por el ascenso.