Una vez más, fueron los colegiados los que decantaron el partido a favor de los locales.
La Real Sociedad, que ya nos tiene acostumbrados a su magnífico y vistoso juego, saltó al terreno de juego con seis variaciones respecto a la alineación que sacó en Anduva. Algo que parecía un tanto arriesgado, pero que salió a la perfección hasta que Martínez Munuera decantó la balanza a favor del FC Barcelona.
El partido comenzó con el reparto de la posesión entre ambos equipos, algo que era de esperar, ya que tanto Imanol como Quique Setién son dos amantes del buen fútbol. Las llegadas del Barça en la primera parte fueron bastante escasas, salvo alguna que otra de Martin Braithwaite, que pudo causar problemas a Diego Llorente. Sin embargo, la zaga txuriurdin se mostró solida y compacta, haciendo frente a las ofensivas culés.
Además, la Real Sociedad creaba más sensación de peligro en las inmediaciones del área rival. Sin duda, el cuadro vasco tenía las ideas mucho más claras, y eso pasó factura a la defensa culé a la hora de sacar el balón jugado. Se pudo apreciar el gran trabajo que desempeña el staff técnico de la Real a la hora de buscar las debilidades del rival.
La segunda mitad siguió el guión de la primera. Aunque el Barcelona ganó protagonismo con balón, las amenazas de los donostiarras eran constantes. No obstante, no lograron introducir el balón en la red, pese a la insistencia de jugadores como Nacho Monreal o Martin Ødegaard.
Una falta de puntería que a la larga tuvo nefastas consecuencias para la Real, ya que Leo Messi transformaría el polémico penalti señalado por Martínez Munuera. Tras consultarlo con el VAR, el colegiado pitó mano de Robin Le Normand, allá por el minuto 80′. Fue clave la actuación de Álex Remiro, que le negó el gol a Ivan Rakitic con una mano imperial. Tampoco erró pases en la salida de balón.
Una Real que como mínimo se merecía el empate, se marchó del templo blaugrana con las manos vacías. Dejando de lado el resultado, las sensaciones fueron muy positivas. Prácticamente todos los jugadores fueron capaces de hacerle frente a todo un Barça con menos de 72 horas de descanso. El VAR, no obstante, fue la nota negativa de la tarde, ya que arrebató al conjunto txuriurdin un punto vital para seguir en la pelea por los puestos de Champions League.