El paso de David Silva por el cuadro armero no es muy conocido, pero el canario ya despuntó siendo un joven talentoso en el equipo vasco
En ocasiones la carrera de un futbolista le lleva a singulares destinos. La falta de minutos o la búsqueda de oportunidades suelen ser las principales causas. En eso estaba un joven David Silva en el verano de 2004, cuando una llamada de la SD Eibar generó una de las anécdotas más curiosas de su carrera. El encargado del cuadro armero preguntaba por David Silva, la sorpresa al otro lado del teléfono fue tremenda. “Querrá decir David Lombán, el central, es muy bueno pero aun es juvenil, tiene 17 años”. José Luís Mendilibar, necesitaba un centrocampista de corte ofensivo: “No, no, el que queremos es Silva, y tiene 18”. Después de eso se cerró la cesión del jugador canario. El canario atesoraba ya una gran calidad, aunque parecía algo frágil físicamente.
Formado en la cantera del Valencia CF, a la que llegó en el año 2000 desde el CD Arguineguín de su localidad natal. Se veía ahora enrolado en las filas de un equipo donde despuntaban algunos conocidos del fútbol nacional. Gorka Iraizoz, Joseba Llorente o Moises Hurtado eran algunos de los líderes de aquel equipo.
Aquella temporada Mendi se convirtió en algo más que su entrenador, y es que recogía al joven todos los días en Durango para acudir a los entrenamiento. Cuentan que el primer día le pidió al veterano capitán Antonio Karmona que le “friese a patadas”. El canario supó desde un principio que eso le ayudaría a mejorar su juego y nunca tuvo ningún atisbo de queja.
El que muchos pensaban que era un fichaje para completar plantilla, demostró que con su talento podía llegar a titular. Así lo fue durante toda la temporada, donde con su calidad, sus arrancadas y sus goles. Llegó a anotar 4 tantos en los 35 partidos que disputó con los armeros, con los que rozó el ascenso. Cádiz, Alavés y Celta (que sería su equipo la siguiente temporada), fueron los tres equipos en ascender, cuarto quedó el club armero, perdiendo el ascenso en el último partido de liga.
David Silva le dió calidad a aquel Eibar, y aquel Eibar le dió a David Silva grandes dosis de cariño, experiencia y unas importantes lecciones que le adentraron directamente en el fútbol más duro. Después de eso brillaría en el Valencia, propiciando su fichaje en 2010 por el Manchester City. Con los Cityzens sería parte importante en los mayores logros del club, así como con la selección en la que fue una de las principales figuras de La Roja que maravilló al mundo.
