El mediocampista senegalés del Girona FC está disputando muy pocos minutos y no está rindiendo al nivel esperado con Martí
Cuando el Girona firmó a Diamanka muchos se sorprendieron, pero pocos tanto como los aficionados del Oviedo. El futbolista senegalés había llegado a un acuerdo con la entidad asturiana, una negociación que saltó por los aires cuando se le presentó la oferta del Girona: tres años de contrato, mejor sueldo y un proyecto para subir a Primera División. El senegalés no renunció a esta gran oferta del conjunto catalán y dejó tirado al Oviedo cuando todo ya estaba hecho.
El interés en el mediocampista estaba justificado. Tras dos temporadas en el Numancia, Pape Diamanka era uno de los futbolistas más atractivos de toda Segunda que acababa contrato. Nueve goles en su última campaña con el Numancia y un gran historial de partidos en esta categoría. El Girona, con el refuerzo económico tras el descenso y las cláusulas pagadas de Portu, Pedro Porro y Pere Pons, tuvieron la necesidad de firmar a un medio puro y se lanzaron a por él sin pensárselo dos veces.
En esta primera campaña en Girona, a Diamanka no le están saliendo las cosas de la mejor forma posible. Es cierto que arrancó con la confianza de Unzué (disputó los cinco primeros partidos de liga) pero poco a poco su presencia en el equipo ha ido bajando en picado. Su nivel de esta temporada no llega ni de lejos a la que ofreció en Numancia. Sus pocos minutos en los últimos partidos con Unzué y su presencia fantasmal con Martí, le han hecho señalar como uno de los jugadores que peor rinde en esta plantilla.
Los pocos minutos des de la llegada de Martí
Y es que, con el balear en el banquillo, la presencia de Diamanka en el equipo se ha reducido muchísimo. No jugó ni un solo minuto en los últimos siete partidos del equipo y su presencia ha sido prácticamente testimonial desde la llegada de Martí. Cinco partidos jugados repartidos en muy pocos minutos en los 18 que ha dirigido Pep Lluís Martí al equipo. Unos números nefastos que reflejan su actitud dentro del campo y su poca entrega en los entrenamientos.
Con dos años más de contrato por delante, su futuro en el Girona FC es una incógnita que no se resolverá como mínimo esta campaña. La falta de mediocentros en Montilivi, a lo mejor le hacen dar una segunda oportunidad en caso de subir o no a primera. Si bien es cierto que hay muchos equipos detrás de él y el futbolista aún tiene un buen cartel en segunda. Veremos si en este parón por la Covid-19, Diamanka ha podido mejorar lo suficiente e intentar rendir mejor, porqué por el momento, Diamanka está en horas bajas y necesita trabajar mucho si quiere tener minutos en Girona.
