El pasado 14 de mayo se cumplían 23 años de la llegada de Fernando Roig al Villarreal
Sería el 14 de mayo de 1997 cuando el empresario valenciano se convertiría en el máximo accionista del Villarreal C.F. al comprar el club a su anterior presidente, Pascual Font de Mora. Ese día la historia del ‘Submarino amarillo’ cambiaría por completo.
Tras más de dos décadas al frente del Villarreal, Roig tiene claro que quiere seguir al frente del club, como ya ha repetido en varias ocasiones. Más de dos décadas en las que el Villarreal ha vivido grandes momentos, sin duda impensables antes de su llegada.
A día de hoy, el Villarreal es uno de los equipos españoles que gozan de mayor estabilidad, como se ha demostrado, por ejemplo, con la crisis del COVID-19. El objetivo de tener un club que sea autosuficiente parece que se ha cumplido. En 2017, en una entrevista para el diario AS, Roig habló de números: «Invertidos habrá unos 190 millones. Eso es lo que nosotros hemos puesto y está ahí. Unos 50 millones en el Estadio de la Cerámica, que a la ciudad no le ha costado ni un solo euro. ¿Cuánto vale? Las cosas sólo valen cuando están en venta. A mí me dan 300 millones y no lo vendo.»
Pero no todo ha sido bonito en Vila-real, y es que en 2012, tras el descenso a Segunda, Roig tuvo que pedir un préstamo a su hermano Juan Roig de 250 millones, que más adelante acabaría devolviendo vendiendo una parte de sus acciones en Mercadona.
Dejando a un lado el aspecto económico, el Villarreal atraviesa una etapa de incertidumbre. Después de participar en competición europea cinco años seguidos, el equipo ‘groguet’ casi pierde la categoría en la temporada anterior, con tres cambios de entrenador en un periodo corto de tiempo, convirtiéndose así en un equipo demasiado irregular. En esta campaña, el Villarreal no parece que vaya a lograr tampoco terminar en puestos de Europa sumando dos años sin participar en competición continental, algo que no ocurría desde el descenso de 2012.