El Valencia siempre ha sido considerado uno de los clubes más importantes de España, de hecho sus vitrinas y clasificaciones lo avalan, sin embargo Benítez los hizo los más grandes
En el año 2001, y con el agujero dejado por Héctor Cúper en el banquillo valencianista, el elegido para ocupar la plaza en la dirección técnica de Mestalla fue Rafa Benítez. De hecho, fue todo una apuesta de Javier Subirats, que por el momento, era parte de la cúpula directiva de la entidad. Tal fue la apuesta que Subirats fue quien avaló la contratación del técnico, pues firmó un documento por obligación de la junta directiva.
Asimismo, el vacío que Mendieta había producido con su salida era casi irreparable. Y, ante la también posible marcha de Kily González, los ánimos seguían encrispándose. Sin embargo, tuvo que salir a escena Jaume Ortí, el flamante nuevo presidente del Valencia CF, para calmar los ánimos.
Temporada 2001-2002: Un sueño efímero
Los meses previos al comienzo de la temporada, como comentaba anteriormente, no fueron muy esperanzadores. La contratación de un técnico inexperto, que su única experiencia en el fútbol profesional fue la temporada anterior ascendiendo al Tenerife, no mejoró la situación.
Sin embargo, de su mano llegaron muchas incorporaciones, entre ellas, la vuelta de cesión, del propio Tenerife, de Mista y Curro Torres. Estos últimos no generaron un gran revuelo con su llegada, pero fueron claves en el esquema valencianista, de hecho, el defensor, Torres, fue convocado al Mundial 2002 con la selección española. También aterrizaron en Valencia Rufete, un jugador que enseguida se metió a la afición blanquinegra en el bolsillo. Por su parte, Ortí también se hizo con los servicios de De los Santos y Salva.
Por otro lado, hubieron bajas muy sensibles en la escuadra mediterránea. Como ya se ha comentado, Gaizka Mendieta, abandonaba el Valencia CF. Pero también hubo otras salidas estrepitosas como el ingreso de Deschamps en el Mónaco o el retiro definitivo de Luis Milla del fútbol profesional.
Pero las alegrías fueron ‘in crescendo’ en la ciudad valenciana. Esa misma temporada la entidad valencianista ganó su quinta liga española. Fue una liga muy disputada, pues en las últimas jornadas hubo muchos cambios en el liderato, entre el Valencia y el Real Madrid. Asimismo, en la jornada 30 de liga, el combinado che perdía contra el Rayo Vallecano, cediendo el liderato en favor del Real Madrid. Ante este hecho, la prensa comenzó a dar como favorito al combinado capitalino.
Al final de temporada, y ante la sorpresa de todo el mundo, el Valencia Club de Fútbol se proclamaba campeón de la liga. Y, con ello, surgieron nuevas estrellas en el club como Aimar, que acabó de explotar todo su potencial. Fue una temporada de muchos goles en las redes de Mestalla, pero no llegó a haber un gran goleador, siendo el máximo anotador Rubén Baraja con siete tantos. Llegaron a marcar, al menos un gol, diecisiete jugadores.
La participación del equipo che en la Copa del Rey de ese año fue bastante decepcionante, pues, por un error en la alineación, fueron eliminados. En la primera ronda se enfrentaron contra el Novelda, equipo alicantino de la segunda división B. Por aquel momento, la Copa aún se celebraba a partido único. De hecho, el combinado de Benítez, con un gol de Rufete consiguieron la victoria. Pero el hecho que produjo el peor tiempo del entrenador en su estancia en el Valencia, fue la alineación indebida de dicho partido. Rafa Benítez alineó a cuatro extranjeros(Djukic, Aimar, Ayala y Serban), y el comité de competición, ante la reclamación de los alicantinos, eliminaron a los blanquinegros.
Temporada 2002-2003: Una pesadilla eterna
La eliminación de la Copa del Rey el año anterior y el desastre que el equipo hizo en la Supercopa de España frente al Deportivo, produjeron una enorme pitada a Jaume Ortí el día de la presentación del equipo. Era la previa de una temporada muy descafeinada y de transición.
Como ya se vaticinaba, la pretemporada fue muy complicada, con la pitada antes nombrada, el equipo bajo de forma y sin fichajes, debido al cambio en la dirección deportiva, fue un comienzo muy difícil. De hecho, la única alegría ante un título, fue ganar el Trofeo Naranja, copa ya muy desvirtuada.
El club valencianista partía como uno de los principales favoritos para alzarse con el título de la competición doméstica española. Sin embargo, las cosas no fueron como la afición se esperaba. El comienzo fue esperanzador, pues los resultados hacían creer, en cambio, el juego seguía sin convencer. La falta de fichajes y las constantes lesiones perjudicaban mucho al equipo, costando cada vez más sacar un once inicial competitivo. El primer gran susto de la temporada fue en el mes de diciembre, en el partido que les enfrentaba al Real Madrid en el Santiago Bernabeu. El partido fue un caos para el Valencia, cuando el equipo blanco goleó a los de Rafa Benítez.
La campaña finalizó sin cumplir los objetivos establecidos por la directiva del cuadro che. Una larga lucha en los partidos finales entre el Valencia y Celta por ocupar la cuarta plaza, finalizó con la caída de los valencianos a la quinta plaza, cediendo la cuarta plaza al combinado gallego, que disputó un campeonato de menos a más.
La Copa del Rey fue otro desastre más. Sin embargo, este año, fueron eliminados en el campo. En primera ronda ganaron, sufriendo al Nástic de Tarragona. Pero el esperpento llega en la siguiente eliminatoria. A los de la ciudad del Turia les toca viajar al estadio José Rico Pérez del Alicante CF. En una eliminatoria a partido única y con un íntimo amigo de Benítez en el banquillo rival, cualquier desenlace puede ocurrir. De hecho, los noventa minutos finalizan con un empate a uno. En la prórroga, el Valencia consigue ponerse 3 a 1 con dos goles de Mista. Sin embargo, en una dormilona sin precedentes de los hombres visitantes, los alicantinos consiguen empatar el encuentro. Y, tras un penalti fallado de Fabio Aurélio, los locales hacen historia eliminando al equipo de primera división.
Temporada 2003-2004: La consagración
Esta temporada tampoco empezaba de la mejor forma posible. Uno de los jugadores más queridos en Valencia abandona el barco en una trágica salida. Kily González fichaba por el Inter de Milán. Los fichajes tampoco acaban de ser lo que Benítez esperaba. De el técnico llegó a realizar unas polémicas declaraciones: “Yo quería un sofá y me han traído una lámpara”. El lateral derecho seguía desierto y comenzaba la temporada con el pie izquierdo.
Pero las cosas no podían empezar mejor. Cuando la liga llegó al parón invernal, el club de Mestalla era el líder y mostrando un juego muy sólido y convincente. Al final de la temporada, la prensa, como siempre, comenzaba a dar por el campeón al Real Madrid. El conjunto merengue llevaba una ventaja de ocho punto con respecto a su perseguidor. Sin embargo, el partido en Mestalla, frente al Deportivo fue un punto de inflexión. Los blanquinegros ganaron por 3 a 0 y comenzaron a encadenar victorias, mientras que el Real Madrid no paraba de perder puntos. En la última jornada liguera y con un nuevo pinchazo del Barcelona y Real Madrid, los de Benítez no fallaron, ganaron su partido por 2 a 0 y se proclamaron campeones de liga. Esta fue la sexta levantada del trofeo doméstico español en la historia.
Esta temporada, en Copa tuvieron más fortuna que las anteriores, pues no se marcaron como objetivo ganarla. Llegaron hasta los cuartos de final sin pasar apenas penurias. Lo único reseñable en las rondas anteriores fue que el primer enfrentamiento, frente al Castellón, tuvo que ser suspendido a diez minutos del final por una agresión al árbitro desde la grada. Los diez minutos finales se disputaron en otra fecha.
En los cuartos de final, se enfrentaron contra el Real Madrid. En la ida de esa ronda, a pesar del buen juego desplegado, los chicos de Benítez vieron como el conjunto madrileño les endosaba un 3 a 0, dejándolos casi sin posibilidades en la vuelta.
Para Benítez poder convertirse en el entrenador que más títulos ha conseguido en la historia del club, tuvo que conquistar la Copa de la UEFA ese mismo año. La primera ronda, tuvieron que vencer al AIK Solna de Suecia. Ambos partidos venció por 1 a 0, con un gol de Mista en el partido de vuelta en Mestalla.
Durante la siguiente ronda, se vieron las caras contra el Maccabi Haifa de Israel. Para este caso, los valencianistas se complicaron la vida un poco más. En el partido de ida no fueron capaces de vencer al meta israelí, por lo que el encuentro finalizó con empate a cero. En cambio, el partido de vuelta fue bien diferente. No sabemos que arenga les dio Benítez en el vestuario, lo que si que sabemos es que funcionó. El Valencia arrolló a sus rivales por un 4 a 0, con goles de Mista, Baraja, Albelda y Ángulo.
En la tercera fase de la competición, se enfrentaron al Besiktas turco, choque que el Valencia ganó sin excesivas complicaciones en el segundo partido. En octavos de final los de Benítez quisieron tirar de épica y tuvieron que remontar en la vuelta, tras perder en la ida frente al Gençlerbirligi SK.
El sorteo del resto de rondas permitía soñar a los aficionados ches. En cuartos de final se tuvieron que enfrentar al Girondins de Burdeos, que vencieron sin mucha problemática. Sin embargo, el que fue su mayor escollo hasta la final fueron las semifinales. El Villarreal fue su rival y en el partido de ida en el Madrigal, no consiguieron pasar del empate a cero. Y, la vuelta, en Mestalla, y gracias a un polémico penalti transformado por Mista, el Valencia pasó a la gran final.
La final del torneo tuvo como sede el estadio Nya Ullevi de Goteborg, en Suecia. Su rival, el Olympique de Marsella, partía con la vitola de no ser el favorito, pues la experiencia valencianista en finales europeas apremiaba. Y así fue. Vicente marcó un clamoroso penalti al filo del descanso, acción por la que fue expulsado Barthez, portero del equipo francés. Y, a mitad de la segunda parte, Mista, tras un previo pase de Vicente, sentenció a los franceses.
Salida de Benítez
Al final de la temporada 2003-2004, Benítez, harto de la situación con Llorente, dirigente del club mediterráneo. No se sentía valorado y no veía que las cosas se estuviesen haciendo bien en la entidad. Por ello, entre lágrimas en su última rueda de prensa, decidió abandonar el Valencia para firmar con el Liverpool.