Jose Ignacio Garmendia, un portero peculiar pero con una historia de las que tienen que ser contadas, todo un icono en el Eibar
Comenzó su carrera deportivo en la más absoluta oscuridad futbolera. En el año 1978, y tras estar toda su vida en equipos no profesionales, firmó por el Eibar, que en ese momento militaba en la división preferente del fútbol español. De hecho, Garmendia vivió como el Eibar pasaba de ser un equipo modesto a codearse en la categoría de plata del fútbol español.
Cada año luchaban por intentar mantener la categoría, incluso salvándose en la última jornada con paradas antológicas de Garmendia. Esos momentos eran equivalentes a un título de Champions League y era celebrados como tal, según palabras del propio guardameta. La historia de Garmendia es muy peculiar. Por ejemplo, el vasco tenía un doble trabajo, por un lado el de futbolista y, alejado de los terrenos de juego, regentaba una carnicería, profesión que hoy en día sigue ejerciendo.
Uno de los momentos más recordados de José Ignacio en un terreno de juego fue su gol desde su propia portería. Este tuvo lugar en un partido de la segunda división española, contra el Pontevedra en la temporada de 1988. Apenas dos partidos más tarde, una actuación estelar del guardameta del Eibar, deteniendo dos penaltis, facilitaba el ascenso a la segunda división. En ese partido frente a la Cultural Leonesa, Garmendia fue el héroe absoluto para toda la afición armera.
Hace tres años, en un documental que se le realizó en Movistar+, afirmaba que se siente orgulloso de lo que hoy en día es el Eibar. Así como también, viendo a los vascos en su máximo esplendor, le hace recordar a su etapa como jugador y disfruta mucho de esta situación. Por otro lado, también comentaba que el fútbol y las relaciones que rodean a este deporte han cambiado. Por ejemplo, argumentaba que cuando él jugaba, gran partido del equipo se reunían en su casa con unos bocadillos de chorizo que hacía su madre. Esto sumado al vino que aportaba otro miembro de la plantilla, hacían grandes momentos de hermanamiento.
También cabe destacar que en dos temporadas recibió el Premio Zamora al portero menos goleado. Fue algo muy reseñable, pues con el gran nivel de metas que había y disputando sus minutos en la segunda división, es todo un hito.
Es el jugador del Eibar con más partidos jugados con dicha camiseta. El día de la despedida de Garmendia, se acabó convirtiendo en un evento multitudinario y muy emotivo, siendo un amistoso frente a la Real Sociedad. Sin duda alguna, un personaje muy carismático y que es todo un ídolo entre la afición armera.
