Desde el pasado 20 de febrero, la titular del Juzgado de Instrucción nº 14 de Málaga decretó que el club dejase de estar en manos de los Al-Thani
2020 será recordado en muchos aspectos. Por una pandemia mundial, la pausa del fútbol en el mundo y para muchos malaguistas, un Málaga sin el jeque que llevó al Málaga al cielo pero también al infierno.
Hace ya tres meses que una jueza apartó al jeque Al-Thani y sus hijos de la gestión del club blanquiazul, quitándoles toda capacidad en la toma de decisiones. Desde ese momento, la gestión de la entidad está en manos de José María Muñoz, que trabaja para dar viabilidad al club.
Después de años a la deriva, en los que Abdullah Al-Thani figuraba como presidente del Málaga pero no ejercía como tal, el 31 de octubre del pasado 2019, la Asociación de Pequeños Accionistas del club de Martiricos presentaban en los juzgados malagueños una querella criminal contra la familia catarí. Le acusaban de presuntos delitos de «administración desleal, apropiación indebida e imposición de acuerdos societarios abusivos».
La resolución supuso una alegría para los aficionados malaguistas
Entre Diciembre y Enero, esta solicitud llevó a cabo un registro en las oficinas de La Rosaleda, en la que intervino la policía en los despachos de Martiricos. Fue a partir de este momento que la titular del Juzgado de Instrucción nº 14 de Málaga decretaba que el club quedase en manos de un administrador judicial. José María Muñoz se ponía al mando y se apartaba al jeque y sus hijos de la gestión del club, aunque permanecen en el organigrama de la entidad.
Este revuelo causó mucho dolor a Al-Thani, impidiéndole tener ningún poder de decisión a la hora de fichar, vender o hacer cualquier otro movimiento. El mismo día de la llegada de José María Muñoz, se decretó la destitución de Richard Shaheen, hasta este momento director general del Málaga CF y última mano derecha de Al-Thani.
También vendió al Granada la joya del 26 de Febrero, Antoñín. Una venta dolorosa pero necesaria. El movimiento más reciente, y seguramente también el más difícil de llevar a cabo, fue el ERTE que afectará en torno a 50 trabajadores del Málaga CF y con el que Muñoz espera poder ahorrar un millón de euros aproximadamente.